El drama social que nos dejó el covid-19

Las estadísticas son difusas, tardías e incompletas. Sin embargo, la realidad cotidiana nos permite hacer una lectura.

Aunque los retos son globales, aquí, por el cierre de empresas y una recuperación económica que tiene su propio ritmo, el desempleo, mendicidad y carencias de miles de ciudadanos, deberían ser la prioridad del discurso y actuar de la clase política.

El gobierno, por obligación y mandato constitucional debe actuar en todos los frentes posibles. Los liderazgos de la oposición parece que están más preocupados por el 2024.

JAMES APARICIO
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