Las hogueras politiqueras ya están encendidas

La pira está encendida. Los golpes que el diputado del PRD Jairo Salazar le asestó a su colega y también periodista Betserai Richards lo colocaron en la mira del tribunal mediático.
Salazar, conocido como Bolota, metió la pata y generó el rechazo de amplios sectores que se oponen a la violencia para resolver las diferencias políticas.
Sin embargo, es una historia con dos partes. Bolota explotó tras una serie de acusaciones y una verborrea demoledora de Richards en su contra.
Han pedido cárcel y que se despoje a Bolota de la curul que ganó con votos, por una pelea que se resuelve con un juez de paz, pero no han censurado a Richards por una seguidilla de ataques y descalificaciones a mujeres relevantes, rivales políticas y colegas diputadas.
La misoginia selectiva de Richards es igual de grave que los tres soplamocos que le dio Bolota.