Un estado de excepción
11 de octubre de 2024
El inicio de la operación Panamá 3.0 envía un mensaje, pero no es suficiente. Además de las operaciones policiales y de los fiscales, se necesita una legislación que permita perseguir hasta el último rincón a los criminales de poca o mucha monta. Los diputados, entretenidos en la comodidad de su actual estatus, deberían estar discutiendo ahora mismo una legislación que permita declarar un “estado de excepción” en las zonas donde las pandillas y el crimen organizado tienen mayor presencia y además, operatividad. La mano firme y dura es lo único que entienden los malandros y sus cómplices.