Tecnología

Internet, la piedra en el zapato del gobierno cubano

20 de abril de 2021

Ted Henken, sociólogo estadounidense y autor del próximo libro, "La revolución digital de Cuba", considera que "hay una lucha en Cuba sobre quién tendrá el control de las tecnologías digitales y no sabemos cómo terminará".

"Después de la llegada del 3G, las movilizaciones tanto en línea como en la calle aumentaron y se hicieron más frecuentes. Después de noviembre vimos que tenían cada vez más impacto, lo que provocó una respuesta muy fuerte del gobierno", añade.

Noviembre de 2020 marcó un antes y un después. Durante diez días, el contestatario Movimiento San Isidro (liderado por Luis Manuel Otero Alcántara) se refugió en una casa para exigir la liberación de un rapero, filmándose a través de Facebook y llegando incluso fuera del país.

Tras su desalojo, unos 300 artistas se manifestaron el 27 de noviembre frente al Ministerio de Cultura, difundiendo mensajes a través de redes sociales, para exigir más libertad de expresión, algo jamás visto en Cuba.

Para Raúl Castro, detrás de esas protestas se esconde el enemigo de siempre: Washington.

"No olvidemos que el gobierno de los Estados Unidos creó el 'Grupo de Trabajo de Internet para Cuba', (fundado en 2018 por el Departamento de Estado) que aspira a que las redes sociales se conviertan en canales de subversión", afirmó.

"Sin embargo, la verdad es otra, la contrarrevolución interna, que carece de base social, liderazgo y capacidad movilizativa, continúa decreciendo en la cantidad de sus miembros y el número de acciones de impacto social, concentrando su activismo en las redes sociales e internet", añadió.

 

-"Estar a la ofensiva"-

Presente en el congreso, el poeta octogenario Miguel Barnet se lanzó en la misma dirección: "Que el enemigo no se equivoque (...), aquí la revolución no está en las redes sociales, está en las calles".

Sin embargo, por precaución, el partido adoptó una resolución para fortalecer el "activismo revolucionario en las redes sociales". Es necesario "estar a la ofensiva", remarcó el sábado el jefe del departamento ideológico, Víctor Gaute, reemplazado durante el congreso.

Días antes del congreso, el Consejo de Estado aprobó un nuevo decreto para regular las telecomunicaciones destinado a "defender los éxitos del Estado socialista", pero cuyos detalles aún no se conocen.

En varias ocasiones en los últimos meses, Twitter suspendió cuentas de medios y de organismos oficiales cubanos, así como de activistas comunes, por violar sus reglas sobre "manipulación".

Para el exdiplomático Carlos Alzugaray, el uso que hace el gobierno de internet como "un instrumento de hacer propaganda" no es el más juicioso. 

Según Alzugaray, las cuentas de los ministros cubanos son "una repetición de lo que dice el presidente".

Sobre todo porque no solo la disidencia navega por internet: los defensores de los animales, los militantes por los derechos de los homosexuales o los jóvenes cubanos cansados de las colas frente a las tiendas también se expresan en las redes sociales sin pedir un cambio de sistema político.

Michael Bustamante, profesor de la Universidad Internacional de Florida, critica este enfoque "binario" del gobierno, porque lo que está pasando en las redes sociales también es reflejo de una realidad: "Habla con cualquiera en la calle de Cuba hoy, y te dirá que la frustración y el pesimismo están generalizados", tuiteó.

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