Chicharrón, ¿un villano?
Es el protagonista en platos como arepas y ensaladas, aunque su consumo frecuente no es recomendado por los nutricionistas clínicos



El chicharrón, el desayuno, acompañamiento o “topping” favorito de muchos, ha sido satanizado a lo largo de la historia, aunque también valorado dentro de la gastronomía.
Ana Carolina Pérez, nutricionista clínica de Salud & Imagen, explicó que este se extrae de la piel del cerdo.
“Su valor nutricional es que es rico en ácidos grasos saturados; es hipercalórico porque, al ser una grasa, aporta muchísimas calorías”, sostuvo.
Sin embargo, agregó, su alto consumo sí puede conllevar a la generación de enfermedades coronarias, aumento del colesterol en sangre y ateroesclerosis.
¿Rico en colágeno?
Pérez resaltó que el chicharrón es incluso protagonista de dietas como la cetogénica, en la que se busca que el cuerpo entre en cetosis y dejar de comer carbohidratos.
Un mito alrededor de este plato es que contiene altos niveles de colágeno para el rejuvenecimiento, algo que la especialista aclaró: “Tiene porque es la capa de la piel del cerdo, pero beneficioso realmente no es, porque se fríe y pierde sus propiedades”.
Por su parte, el también nutricionista de Consultorios América Carlos Núñez afirmó que “no hay alimentos buenos o malos”.
Núñez explicó que: “Sí, se puede comer, mas no de manera muy frecuente. La porción dependerá de la situación o requerimientos de la persona”.
El doctor y director de Escuela Para Diabéticos Edgardo Gaitán calificó al chicharrón y las grasas como fuente de energía. “El problema es que la vida moderna exige poco gasto calórico que se deshaga de una gran cantidad consumida”.
Aseguró que: “Requerimos una dieta balanceada, esta no puede ser en base a un solo grupo de nutrientes pues, si bien hay variantes de moda, el ser humano necesita un poco de cada cosa”.
