La paciente silenciosa

Thriller de gran contenido psicológico, fácil lectura, atesora un cierre magistral. Primera novela de Alex Michaelides (Chipre, 1977), hijo de padre griego, madre británica, llevó una infancia infeliz reflejada en sus personajes, creció amando la mitología griega, leyendo Agatha Christie. Estudió literatura inglesa, psicología, escribió guiones cinematográficos. Recibió terapia por 10 años.
Theo, es psicoanalista forense, esconde serios trastornos emocionales, consume drogas, obsesionado, persigue a su esposa adúltera, descubre al amante, espía su residencia, culmina su venganza. Una noche, entra en la mansión, amarra a Alicia Berenson con alambres, le informa que su esposo le es infiel con su mujer.
Lleno de odio, espera que llegue su rival, toma un rifle, le pregunta si lo mata a él o a ella, Gabriel acepta que Alicia muera en su lugar, Theo dispara al techo. Alicia doblemente traicionada, toma el arma, Gabriel muere acribillado por su mujer, con cinco disparos en el rostro. Se rasga las venas y enmudece, no dice una sola palabra para defenderse.
Cuando llega la policía a la escena del crimen, encuentran a la artista parada al lado del cuerpo inerte de su marido, amarrado a una silla con alambre. El arma en el piso, Alicia se ha cortado las muñecas, las heridas sangran profusamente. Sus huellas digitales están en el arma.
Al negarse a dar ninguna explicación de la tragedia, se convierte en una celebridad, sus cuadros suben de precio por las nubes. La paciente silenciosa, atesora un misterio, reflejado en su obra.
Los motivos del crimen son un enigma, Alicia, furiosa, permanece callada. Su obra es reflejo de su vida, su cuadro Alcestis, inspirado en la mitología griega, refleja la tragedia.
Apolo condena de muerte al esposo de Alcestis, sólo podrá salvarse si ella se sacrifica por él, entonces toma su lugar, muere por él. Regresa de la muerte a la vida, con él, pero no habla, está disgustada con él. Alicia no quiere hablar, sabe que si habla le costará la vida.
Había hecho un cuadro de su marido como Cristo Crucificado, con el rifle, dibujado en el lienzo. Es declarada perturbada mental, enviada a una unidad psiquiátrica. No siente arrepentimiento, ni ofrece ninguna explicación de los hechos.
Theo fue contratado por el hospital psiquiátrico de mujeres, donde la encuentra. Consigue que le asignen el caso, ha seguido el juicio, cree que puede conseguir que hable y diga qué sucedió. La encontró altamente sedada, lo reconoce por sus ojos, lo agrede físicamente.
Alice le sacó un ojo a una interna del psiquiátrico con un pincel. Trata de romper el silencio, a través de la catarsis, cura del habla, consigue que le preste su diario. Theo le induce una coma, le inyecta morfina en la mano para que no pueda comunicarse y lo delate.
Alterna experiencias cotidianas, explora sobre la creatividad artística, ostenta extractos del diario de la exitosa pintora, exhibe la relación marital con Gabriel, fotógrafo de modas. Alicia era una artista muy famosa, la pareja vivía en un área exclusiva de Londres. Eran felices. Empieza a sentirse perseguida por un hombre en pasamontaña, espiaba su casa, Theo provocó su desgracia.
Ambos tuvieron una niñez desdichada, creía que había encontrado su felicidad. Sufrió rechazo, intentos de suicidio, automutilaciones, quedó huérfana a temprana edad por un accidente automovilístico, su padre quería que Alicia hubiera fallecido en vez de su esposa.
Describe la vida en los hospitales mentales, las rivalidades entre pacientes psiquiátricas y terapeutas. La paciente silenciosa, éxito de ventas, Brad Pitt compró los derechos, será llevada al cine.
Yolanda Crespo
[email protected]