Morat conquista corazones en Panamá con una noche llena de música, emoción y sueños cumplidos



Desde temprano, se sabía que no sería una noche cualquiera. A pesar de las nubes grises sobre la ciudad de Panamá, los fanáticos de Morat comenzaron a llenar los alrededores del estadio Rommel Fernández con pancartas, camisetas y sobre todo, emoción. Lo que se vivió el pasado miércoles, 25 de junio fue más que un concierto: fue un reencuentro esperado, un desahogo colectivo y una celebración de historias que se cantaron en coro en su gira “Asuntos Pendientes”.
La velada arrancó a las 8:00 p.m., con talento local. Némula, con su vibra fresca y su energía contagiosa, fue el encargado de encender los primeros gritos. Luego, la brisa se volvió más suave cuando subió al escenario Elsa y Elmar, la artista colombiana de Bucaramanga que hizo una pausa delicada en medio del ruido. Con su voz serena y letras cargadas de emoción, regaló uno de los momentos más íntimos de la noche.
Y entonces, llegó el momento. Pasadas las 9:00 p.m., las luces se apagaron, el griterío se volvió ensordecedor y los cuatro integrantes de Morat aparecieron en escena. Juan Pablo Isaza, Juan Pablo Villamil, Simón y Martín Vargas no necesitaron más que los primeros acordes de “Faltas Tú” para poner a vibrar a todo el estadio. Le siguieron “Como Te Atreves” y “506”, tres himnos que marcaron el ritmo de lo que sería un espectáculo sin pausas ni respiros.
Entre cada canción se colaban miradas de asombro, lágrimas y abrazos de amigos, parejas y familiares. Pero el corazón de la noche llegó a la mitad del concierto con Valeria, una niña que llevaba un cartel pidiendo cumplir su segundo sueño: cantar con la banda. Lo logró. Isaza la vio, la subió al escenario y juntos interpretaron “Vale Más” y “Tarde”. El estadio entero se quedó sin palabras. Fue ese tipo de magia que no se programa, pero que queda para siempre.
Y cuando parecía que el concierto ya había alcanzado su punto más alto, Villamil tomó el ukelele y sorprendió a todos con una versión acústica de “Salir Sin Vida”, el tema que comparten con Feid.
El repertorio completo de la banda fue una mezcla perfecta de lo nuevo con lo inolvidable. Sonaron canciones de su más reciente disco “Ya Es Mañana”, lanzado en mayo, pero también los clásicos que los fans esperaban: “Llamada Perdida”, “No Te Debo Nada”, “Eres Tú”, “Cuando Nadie Ve”, “Yo Contigo, Tú Conmigo” y, por supuesto, “Besos en Guerra”.
Tras una despedida falsa, Morat regresó para cerrar la noche con esa última canción “Besos en Guerra” que explotó en aplausos, luces de celular y un estadio entero cantando como si no hubiera mañana. Fue el broche de oro para una jornada que los fanáticos no olvidarán fácilmente.
Morat volvió a Panamá con fuerza, amor y la misma esencia que los ha convertido en una de las bandas más queridas del continente por 10 años, en un gran espectáculo producido por las empresas Showpro y Magic Dreams. Dejando al país con el corazón lleno y la promesa latente de que no será la última vez que pisen el país canalero.