Olga Sinclair reunirá a la niñez en homenaje a Botero
En enero de 2024 la pintora panameña ejecutará su proyecto para la difusión del arte y la sensibilización entre los niños de Panamá, apoyada por el Ministerio de Cultura (MiCultura) y artistas aliados de la región
Lejos de su patria, Panamá, Olga Sinclair lleva adelante su papel como embajadora cultural, ideando proyectos para sensibilizar a través del arte.
En enero 2024 volverá a convocar a la niñez en suelo canalero, a fin de estimular sus habilidades y rendir homenaje a su recién fallecido colega, Fernando Botero.
“Se tratará del Taller de Fundación Olga Sinclair, bajo la figura del maestro; para esto he establecido contacto con su hijo, Fernando Botero Zea, y la idea es reproducir las obras de su padre, para que 5 o 6 mil niños de distintas zonas del país puedan tener una visión distinta de su entorno, mediante las formas amorfas tan hermosas del reconocido pintor. Esto sin duda me tiene muy contenta”, explica la artista plástica.
Este evento significará el regreso de las actividades de su fundación, afirma, luego de tres años de ausencia por motivo de la pandemia de Covid-19.
Sinclair expresa que: “El tiempo de Dios es perfecto porque así hemos tomado fuerzas para seguir adelante con nuevos proyectos a futuro”.
De acuerdo a la artista, en esta ocasión serán apoyados por el Ministerio de Cultura (MiCultura), entidad que considera bien encaminada. “Me hace feliz que por fin tenemos un ministerio que comprende que la cultura en Panamá es importantísima, más que regalar artículos o bolsas de comida; el arte es aliento para las almas”.
Arte y conflictos
Desde Venezuela, donde está afincada con su esposo, el Embajador de España, Sinclair analiza el acontecer mundial que repercute en la evolución del mundo artístico.
“Yo siento que mi ser no pertenece a este plano material tan odioso que ha creado el humano... Las religiones han tomado sus doctrinas para el odio, la revancha y la guerra, entonces prefiero ser una libre pensadora que ama a Dios, Jesucristo y la Virgen María, en armonía con amistades de distintos credos”.
Asimismo, destacó “la poderosa fuerza social” que ejercen los artistas en tiempos convulsionados. “Yo comparto el mensajes del armenio Charles Aznavour: “La función del artista en la sociedad es ser el farmaceuta de las almas”; nosotros con nuestros colores y formas le damos al espectador un espacio paralelo en el que puede sentirse feliz, lejos de conflictos”.
Por otro lado, Sinclair se dijo también a favor de la educación integral, con la que se promueven las artes, la ciencia y la educación sexual entre la juventud, temáticas que considera cruciales para el desarrollo en igualdad de oportunidades.
