Vive con los espíritus de sus 25 mil muertos
Especial Metro Libre | Los colombianos recordaron la avalancha que desapareció el pueblo de Armero, el 13 de noviembre de 1985, la tragedia natural más grande en la historia de este país andino, que 35 años después es un Campo Santo en donde conviven los espíritus de sus 25 mil muertos entre maleza, matorrales y palmeras.
La tragedia de Armero fue causada por la erupción del Volcán Nevado del Ruiz, que sorprendió a varios poblados del departamento de Caldas y Tolima, en el centro occidente de Colombia, pero la furia volcánica con sus flujos piroclásticos fundió cerca del 10 por ciento del glaciar de la montaña.
El paraje
El imponente y bello Volcán Nevado del Ruiz, se despertó con furia después de 79 años de inactividad, o dormido como decían los campesinos de la zona.
Con esta sacudida del volcán los habitantes de fueron sepultados por los flujos de lodo, tierra que bajaron desde el cráter de la cima de la montaña y a 60 kilómetros por hora recogía escombros a su paso.
La velocidad fue tan arrolladora en toda la zona que llegó hasta los cauces de los seis ríos que tienen su nacimiento en las estribaciones del Volcán Nevado del Ruiz y el municipio de Armero -que estaba ubicado a 50 kilómetros del volcán- fue sepultado con su gente, su iglesia y sus casas para siempre.
Armero, 35 años después de la tragedia, es un Campo Santo parecido a un pueblo fantasma novelesco de la edad media que sobrevive con los espíritus de sus muertos entre maleza, matorrales y palmeras, con sus destruidas viviendas, con cruces, y epitafios, con un modesto museo para mantener viva la historia de los Armeritas.
En un costado de la carretera -que dividió el pueblo desde 1908 cuando se llamaba San Lorenzo, y luego se reemplazó por Armero en 1930 en memoria del prócer de la independencia de la Provincia de Mariquita (Colombia) José León Armero- está un aviso de señalización con la palabra: Cementerio. Esta es la bienvenida al Campo Santo.
Edelmiro Franco V
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