La tensión sube entre Pogacar y el equipo de Vingegaard



El equipo UAE de Tadej Pogacar y el Visma de Jonas Vingegaard, inmersos en una rivalidad globalmente sana, mantienen también tensiones diarias en el Tour de Francia, que en ocasiones hacen saltar chispas.
Delante de las cámaras, los dos grandes favoritos a la victoria final en el Tour, donde se han repartido los cinco últimos títulos, no olvidan nunca estrecharse la mano y mostrar respeto mutuo, a pesar de sus caracteres opuestos.
Vingegaard afirma incluso que su carrera no tendría el mismo sabor sin esta rivalidad con el esloveno.
"Tengo mucho respeto hacia Jonas", aseguró por su parte Pogacar cuando quedaban dos días para el inicio en Lille de la 112ª edición.
Pero entre bambalinas, la tensión entre el UAE y el Visma es muy perceptible.
El último episodio de este culebrón tiene a Pogacar, vestido con el maillot amarillo de líder, elevando el tono el sábado en la salida de la octava etapa en Saint-Méen-le-Grand y haciéndose eco de un incidente de la víspera, cuando el esloveno empujó ligeramente a Matteo Jorgenson, lugarteniente de Vingegaard, en la zona de avituallamiento.
- Pequeño enfado -
"Indiqué claramente mi intención de ir a por un bidón de manos de nuestro responsable de ello, situado veinte metros después del encargado del Visma. Pero ellos (los corredores del Visma) decidieron adelantarme por la derecha y no me quedó otra forma que empujarle un poco si quería llegar a ese bidón", explicó el campeón mundial.
"Hacen eso siempre, adelantarte ante la zona de avituallamiento como si fueran los únicos en tener bidones. Hay que saber tener paciencia y respetar a los demás", añadió.
En los días anteriores, el esloveno había compartido su irritación hacia el equipo neerlandés, que en su opinión había hecho todo lo posible en la sexta etapa para dejarle la carga del maillot amarillo, con las obligaciones protocolarias y ante la prensa que conlleva, elevando la presión sobre Mathieu Van der Poel -entonces líder- en el tramo final.
"Han querido hacer eso, no sé muy bien por qué", criticó Pogacar.
"Pogacar puede pensar lo que quiera. Tenemos nuestro derecho a tener nuestra estrategia y ellos la suya. Puede que uno no comprenda siempre lo que hace el otro equipo, pero así es el ciclismo", respondió Vingegaard a la televisión danesa.
"¿Nuestro plan? Mejor si Pogacar no lo ha entendido", añadió su director deportivo, Grischa Niermann.
- "Rivales hasta el último kilómetro" -
Otro roce tuvo lugar el jueves, cuando Tim Wellens, compañero de equipo de Pogacar, prefirió llevar el maillot de campeón de Bélgica, como le autoriza el reglamento, antes que el de lunares (montaña), que por un día fue para Vingegaard.
Ello generó problemas para el equipo Visma porque en el maillot de lunares aparece el nombre de una empresa de apuestas deportivas, algo que prohíbe la ley neerlandesa.
Visma lo solucionó poniendo cinta adhesiva negra sobre el nombre de ese patrocinador.
El pulso UAE-Visma y Pogacar-Vingegaard ha marcado las últimas ediciones del Tour.
Hace un año, Pogacar lanzó un sonoro "Fuck you" (jódete) a Vingegaard, que se había negado a colaborar con él durante una escapada común con Remco Evenepoel en una de las etapas del tour.
"No fue muy agradable. En el fuego de la acción a veces se dicen cosas que uno lamenta después. Es algo que ocurre constantemente en el pelotón", explicó Pogacar justo antes de este Tour.
"Les respetamos. En la carrera somos adversarios hasta el último kilómetro, pero tras la meta tenemos buenas relaciones", aseguró Joxean Fernández "Matxín", director deportivo de Pogacar.