Pogacar y Vingegaard inician hostilidades previas al Tour en el Dauphiné


Por primera vez desde el último Tour de Francia, Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard se verán las caras en la misma carrera durante el Critérium del Dauphiné, que presenta un cartel de excepción a tres semanas de la 'Grande Boucle'.
El duelo Pogacar-Vingegaard, Remco Evenepoel ejerciendo de árbitro, la presencia de Mathieu van der Poel o la retirada del local Romain Bardet son algunos de los atractivos que presenta esta 77ª edición, que arranca el domingo desde Domérat, en el interior de Francia, para llegar siete días más tarde a los Alpes.
"Con excepción del Tour, este es el pelotón del año, los mejores del mundo están aquí", resume el francés Bardet, de 34 años, cuyos últimos pedaleos marcarán el ritmo de la semana, especialmente durante la tercera etapa con salida en su ciudad natal Brioude.
Normalmente, el Dauphiné, con sus accidentadas etapas del inicio, la contrarreloj a la mitad y su tradicional tríptico alpino para terminar, sirve de ensayo general para el Tour de Francia (5 al 27 de julio), del que es una especie de réplica en miniatura.
Este año ese rol de preparación viene reforzado por la presencia de Pogacar y Vingegaard, vencedores de las últimas cinco ediciones del Tour pero que no acostumbran a cruzarse en el resto del calendario.
Desde el triunfo del esloveno en el Tour 2024, sus trayectorias volvieron a tomar direcciones opuestas.
- "Más fuerte" -
Pogacar ha seguido ganándolo todo o casi todo, con una emocionante temporada de clásicas que concluyó con una cabalgada en solitario para ganar la Lieja-Bastoña-Lieja, prueba tras las que inició una pausa.
Vingegaard, por su parte, no ha participado en ninguna prueba desde el 13 de marzo, cuando abandonó la París-Niza con una conmoción cerebral.
Estas últimas semanas, los dos campeones se han entrenado en altura, en la Sierra Nevada española, al igual que Remco Evenepoel y buena parte de los corredores que participarán en el Tour de Francia.
A partir del domingo, pondrán las cartas sobre la mesa, aunque seguramente quieran guardarse sus comodines para el Tour.
Porque el Dauphiné es a la vez un objetivo, especialmente para Pogacar, que solo lo ha disputado una vez (4º en 2020), y una carrera de preparación.
Poco después de esta prueba, el pelotón volverá a concentraciones de altura para realizar los últimos ajustes antes del Tour.
Hasta entonces, la guerra psicológica ya ha comenzado.
Desde la formación Visma Lease a Bike se deja caer que Vingegaard llega en forma: "Sí, creo que puedo ganarle (a Pogacar) y ser mucho mejor que el año pasado", destaca el danés, que podrá contar con el apoyo de los estadounidenses Sepp Kusss y Matteo Jorgenson, segundo clasificado la pasada edición, a ocho segundos del vencedor Primoz Roglic.
"No tenemos miedo ni de Vingegaard ni de nadie. Tadej está acostumbrado a estar arriba durante todo el año y esperamos lo mismo en el Dauphiné", responde Andrej Hauptman, director deportivo de Pogacar en el UAE.
Tercero del Tour de Francia, Evenepoel aparece como el tercer ciclista en discordia, del que se espera un rol de juez entre Pogacar y Vingegard. Incluso si el belga dice no fijarse "un objetivo preciso", su equipo Soudal Quick-Step anuncia que llega con menos peso (1,5 kg) que en 2024.
La carrera debería decidirse en el fin de semana final. El viernes el pelotón alcanzará la temible ascensión de Domancy, donde Vingegaard noqueó a Pogacar en el Tour de 2023.
Un día después se celebrará la etapa reina, con un perfil terrible que incluye tres puertos de categoría especial: la Madelaine, la Croix-de-Fer y el ascenso final hacia Valmeinier 1800.
Y cosas podrían cambiar incluso el domingo, con la llegada al macizo Mont-Cenis.