Punto final con sabor amargo a siete años de Ronaldo en el Valladolid


Siete años después de hacerse cargo del Real Valladolid, la aventura del astro brasileño Ronaldo en los despachos de un club de LaLiga terminó en fiasco luego de tres descensos y una revuelta por parte de los aficionados contra su presidente ausente.
"Han sido todo mentiras y dejadez desde casi el primer día", lamenta a la AFP Daniel Mozo, un electricista de 53 años. "Mejor que se vaya y siga su vida y nos deje tranquilos", añade este aficionado en los alrededores del estadio José Zorrilla antes del último partido de liga esta temporada.
Ronaldo, de 48 años, se convirtió en accionista mayoritario del Valladolid en 2018, prometiendo llevar al modesto club a competiciones europeas en cinco años.
Una carrera de juego estelar -dos Balones de Oro y dos Mundiales- hizo soñar a los fans con la gloria. Pero durante su mandato el equipo deambuló entre LaLiga y la segunda división de España antes de terminar en esta venta.
Después de los descensos en 2021 y 2023, el Valladolid ha vivido una de las campañas más nefastas en la historia de la primera división, siendo último con 29 derrotas y 87 goles encajados a falta de un partido por jugar.
"Este año ha sido una vergüenza lo que hemos visto. ¿Qué voy a decir? Pensábamos que iba a ser el presidente para hacernos algo y lo que ha hecho es el ridículo", apunta Sergio Gutiérrez, un conductor de 44 años.
"Se ha creído que como era Ronaldo esto iba a ir para arriba, para arriba, para arriba. Pero se ha creído que sin hacer nada iba a ganar todo, pienso yo. Pero al final nada", agrega este aficionado.
Para María del Carmen de las Fuentes, una jubilada de 66 años, Ronaldo "no ha hecho nada, ni arreglar los servicios".
"Nunca he visto al Real Valladolid como lo veo este año. Se han visto también partidos que daban ganas de bajar al campo y darles a todos una patada en todos los cojones", asevera.
- '¡Ronaldo, vete a casa!' -
Más allá de los resultados desastrosos, Ronaldo se convirtió en una figura despreciada entre los aficionados por asistir apenas a los partidos y participar poco en los asuntos cotidianos.
Su frustración se vio exacerbada por las recientes imágenes publicadas en los medios españoles de un Ronaldo aparentemente ebrio tambaleándose al salir de un restaurante de Madrid.
A principios de este mes, la federación de seguidores del club presentó una petición al Ayuntamiento de Valladolid para exigir que Ronaldo sea simbólicamente declarado persona 'non grata' en esta ciudad, situada al noroeste de Madrid.
En un partido en casa contra el Barcelona el 3 de mayo, los aficionados protestaron por el descenso lanzando billetes falsos con su rostro y las palabras "¡Ronaldo vete a casa!".
La furia no disminuyó en el último partido en casa de la temporada. El equipo perdió 1-0 contra el Alavés.
Decenas de espectadores desplegaron pancartas de "Ronaldo Go Home" sobre los asientos vacíos, mientras que todo el recinto coreaba el lema durante una pausa para hidratarse.
- Venta acordada -
En 2021, Ronaldo pasó a ser el primer accionista del Cruzeiro, que entonces logró ascender a la primera división brasileña.
Pero desde entonces ha vendido su participación y lanzó una campaña infructuosa para presidir la Confederación Brasileña de Fútbol.
El Valladolid anunció el viernes que Ronaldo estaba transfiriendo sus acciones a un grupo de inversión norteamericano con el respaldo financiero de un fondo europeo.
Para la aficionada Andrea Merino, "es una buena noticia que Ronaldo se vaya": "Creo que todo ese humo que vendió cuando vino ha quedado en humo".
Los aficionados quieren alguien que "se ponga a trabajar y que sienta el club y que no nos deje tirados como nos ha dejado Ronaldo", resalta la periodista de 25 años a la AFP.
Rocío Mozo, una asistente técnica de 40 años, coincidió en que Ronaldo había perdido la confianza de todos y esperaba un nuevo propietario "comprometido con la ciudad, con el club, alguien que le interese, alguien que esté aquí".
En respuesta a una pregunta de la AFP después de la derrota ante el Alavés, el entrenador Álvaro Rubio -el tercero de Valladolid esta campaña- prefirió no hablar del tema administrativo.
"La responsabilidad máxima es mía. Soy el máximo responsable del ámbito deportivo y sabemos que lo hemos hecho mal entonces hay que aceptarlo", aseguró.