Violencia no tiene cabida
Profesionales consideran que una cosa es ‘jugar fuerte’ y otra es caer ‘en acciones para provocar daño’
Por años, nuestro deporte ha sufrido una serie de acciones violentas, en los que están involucrados fanáticos, atletas y demás cuerpo técnico.
Usted elija la disciplina, la modalidad, y categoría, ya sea profesional o amateur, esta violencia se ha presentado y parece no disminuir.
El último episodio que escandalizó a varios fue la gresca entre jugadores de las novenas de Bocas del Toro y Chiriquí, durante el encuentro del pasado sábado, en el estadio Kenny Serracín, correspondiente a la Ronda de Ocho del Campeonato Nacional Mayor 2025.
Puñetes, empujones entre peloteros, además de golpes entre aficionados en las gradas. Al final, la Federación Panameña de Béisbol anunció sanciones para los implicados, desde multas económicas y partidos de suspensión. Además, el ente calificó la trifulca como “hecho aislado”, y llamó a la tolerancia, respeto mutuo, juego limpio y responsabilidad.
A lo largo de la temporada 2025, tanto en el torneo Juvenil como en el Mayor se han presentado peleas, con su debida sanción. Lo curioso es que Panamá cuenta con una Comisión Nacional de Prevención de la Violencia en Eventos Deportivos, aunque parece estar inactiva.
“La violencia no debe tener aceptación”, indicó el periodista deportivo José ‘Lemo’ Jiménez. “Aquí hay que cerrar la entrada a los estadios a los violentos, sea quien sea. Además, ha habido precedentes de sanciones fuertes a los peloteros, proporcionales a los actos violentos. Estamos dañando al deporte”.
Por su parte, el investigador social, Gilberto Toro, consideró que “ese espíritu competitivo va más allá que cumplir las reglas. Ese ímpetu de querer ganar hace que el jugador crea que cuando su triunfo está en peligro, va a ubicar a su contrario como un enemigo y va a buscar como hacerle daño, va a recurrir al uso de la fuerza”.
El especialista señaló que hay que trabajar en el control de la frustración e ira, inteligencia emocional y valores.
