Denuncia criminal a PanAm Generating, a la espera de llamamiento a juicio
El líder de la Coordinadora Ciudadana de La Chorrera, el abogado y exdiputado Raúl Ossa, no se rinde y reiteró que la empresa termoeléctrica que opera en el distrito es un foco de contaminación, que afecta desde su apertura a unos 200,000 residentes de los distritos de La Chorrera y Arraiján.
Ossa confirmó que la denuncia criminal presentada contra PanAm Generating sigue su curso en la justicia a la espera de un llamamiento a juicio por graves fallos en el estudio de impacto ambiental.
La planta de generación eléctrica opera con Búnker C y según Ossa, hay estudios que validan y certifican como el humo y los contaminantes han afectado techos de residencias y están presentes en los cabellos de residentes del área.
Aseguró que tienen estudios de la Universidad Tecnológica de Panamá y de laboratorios especializados en EE.UU.
Recordó que a pesar de lo que dicen las normas, a esta planta se la autorizó operar, desde 1999, en la carretera hacia Río Congo, en la comunidad El Arado.
Explicó que la planta generadora con búnker C está “dentro de la ciudad” de La Chorrera y frente a un conocido barrio, Mistyc City.
La empresa, con sus voceros y abogados, aseguró en diversas ocasiones que no son un peligro para la comunidad. Empero, Ossa desenfundó acusaciones ya conocidas en el pasado sobre lo que aseguró son daños y afectaciones a la vida y salud de miles de residentes en las comunidades cercanas a más de ocho kilómetros.
Lamentó Ossa que en varios gobiernos se hubiese hecho caso omiso a las denuncias de la coordinadora.
Tenemos pruebas de techos de casas “perforadas” y de “presencia” de contaminantes en el cabello de residentes, reiteró Ossa, quien espera que se haga justicia de una vez por todas.
Una lucha ciudadana contra la contaminación ambiental
Los que protestan no tienen intereses en el sector eléctrico, tampoco aspiran a cargos políticos o a sacar provecho de la situación.
La Coordinadora Ciudadana de La Chorrera puso en el mapa de las opinión pública y del país, la existencia de una planta termoelétrica operada con búnker C, que según Raúl Ossa, uno de los líderes del movimiento, se convirtió con los años en una amenaza contra la salud y la vida de miles de residentes de la provincia de Panamá Oeste.
No han estado solos. Grupos ambientalistas y medios de comunicación han informado de forma reiterada sobre cada protesta, denuncia y acción legal que han presentado en los últimos diez años.
Siguen preocupados. Cada vez que arranca la planta, sienten que pierden años de vida.
