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Barriles explosivos alcanzan un hospital de un barrio rebelde de Alepo

01 de agosto de 2019

Beirut (AFP) - Al menos dos barriles explosivos alcanzaron este sábado el hospital más grande de los barrios de Alepo controlados por los rebeldes, bombardeado ya hace tres días, informó la Syrian American Medical Society (SAMS).

'Dos barriles explosivos alcanzaron el hospital M10 y se habla del uso de una bomba de racimo', según Adham Sahloul, de SAMS, una ONG con sede en Estados Unidos que lo administra.

El centro ya había sido bombardeado el miércoles junto con otro hospital, el segundo más grande del área, algo que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, calificó de 'crímenes de guerra'.

Ambos hospitales quedaron fuera de servicio por los bombardeos del miércoles, dejando sólo seis hospitales operativos en la parte este de la ciudad, según la SAMS.

Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una organización con sede en Reino Unido y que cuenta con una amplia red de informadores en Siria, dijo que los bombardeos también habían alcanzado un hospital de campaña en el barrio de Sajur este sábado.

'Una persona fue abatida y el hospital de campaña está fuera de servicio', dijo el director del OSDH, Rami Abdel Rahman, quien no pudo precisar si la víctima era un paciente o un trabajador del hospital.

El reciente bombardeo de Alepo ha sido uno de los más intensos ocurridos en cinco años de guerra en Siria y dejó más de 220 muertos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó que Siria es el país más peligroso del mundo para el personal de salud, con 135 ataques contra centros médicos en 2015.

La parte rebelde de la ciudad siria de Alepo (norte) fue alcanzada por tiros de artillería pesada el viernes por la noche, donde las fuerzas prorrégimen ganaban terreno, indicó un corresponsal de la AFP.

Apoyadas por los bombardeos aéreos de su aliado ruso, las fuerzas leales al régimen de Bashar Al Asad lanzaron el 22 de septiembre una ofensiva de gran envergadura para reconquistar la totalidad de la segunda ciudad de Siria.

Desde los barrios del oeste de la ciudad, controlados por el gobierno, las tropas de Al Asad progresaron hacia el centro y el norte de la zona rebelde de Alepo, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Durante toda la noche se escuchó el ruido de los combates y de los bombardeos en el barrio de Suleiman Al Halabi, en el centro de la ciudad, y en el de Bustan Al Basha, en el norte, constató un corresponsal de la AFP.

Suleiman Al Halabi está situado en la línea de demarcación que divide desde 2012 la parte gubernamental (oeste) de Alepo y el sector rebelde (este), donde viven unas 250.000 personas.

Los rebeldes también perdieron posiciones recientemente en el noreste de la ciudad, lo que permite a las fuerzas prorrégimen amenazar los barrios rebeldes de Hellok y Haydariye.

Por otro lado, el OSDH informó de los bombardeos aéreos este sábado contra sectores de la parte rebelde de Alepo pero no precisó ningún balance de víctimas.

La organización indicó que el balance de los bombardeos del viernes en el este de Alepo ascendía a 20 civiles muertos, incluidos seis niños.

Desde el inicio de la ofensiva del ejército contra Alepo Este, los barriles de explosivos lanzados desde los helicópteros del régimen sirio y los disparos de artillería han matado, al menos, a 220 personas, según el OSDH.

Los medios de comunicación oficiales sirios indicaron el viernes que 15 civiles habían sido abatidos por cohetes lanzados por los rebeldes desde la parte oriental de la ciudad.

Antigua capital económica de Siria, Alepo es un frente muy importante en el conflicto sirio, que ha dejado más de 300.000 muertos desde 2011 y ha provocado la mayor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial.

La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) instó el viernes a Damasco y Moscú a terminar con 'el baño de sangre' en Alepo.

El avance del ejército sirio coincidía con la degradación de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, que apoyan respectivamente a la oposición y al régimen sirio, y parecen al borde de la ruptura.

Washington amenaza con interrumpir su cooperación diplomática y Moscú sigue determinado a continuar su campaña de bombardeos en apoyo al presidente sirio.

En torno a Alepo gira un proyecto de resolución francesa que empezaron a examinar el viernes los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.

El mismo día, Moscú acusó a Washington de 'proteger' a los yihadistas del Frente Fateh al Sham (exrama siria de Al Qaida).

En una entrevista concedida a la cadena británica BBC World News, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, afirmó que Washington 'no era capaz' o 'no tenía la intención' de instar a la oposición armada moderada a distanciarse de este grupo yihadista.

El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, evocó el conflicto la semana pasada con una organización de civiles sirios.

En una grabación difundida el viernes por The New York Times, Kerry se queja de no haber obtenido respuesta a su llamamiento para actuar militarmente contra el régimen de Bashar Al Asad. 'Defendí el recurso a la fuerza (...) pero las cosas evolucionaron de forma diferente', declara.

En Nueva York, la ONU anunció por su parte la creación de una comisión de investigación que 'determinará los hechos' en torno al ataque contra un convoy humanitario el 19 de septiembre en el norte de Siria, en el que murieron al menos 18 personas.

Washington achaca la responsabilidad a Moscú, que lo niega tajantemente.

- Blanco gigante -

Por otro lado, desde el 30 de septiembre de 2015, los ataques rusos causaron 9.364 muertos, informó el OSDH.

Ese balance incluye 3.804 civiles, 2.746 combatientes del grupo yihadista Estado Islámico (EI) y 2.814 milicianos de los otros grupos rebeldes e islamistas que luchan contra el régimen de Asad, indicó esta ONG basada en Reino Unido y que cuenta con una amplia red de información en Siria, con fuentes médicas, militares y civiles en el país.

Además, unos 20.000 civiles han resultado heridos por los bombardeos rusos, según el OSDH, cuyo director, Rami Abdel Rahman, indicó que este balance podría ser más elevado teniendo en cuenta el número de personas muertas por aviones no identificados.

Sin embargo, el Kremlin rechazó estas acusaciones. 'No consideramos fiables las informaciones de lo que ocurre en Siria provenientes de organizaciones situadas en Gran Bretaña', dijo a la prensa el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.

Además, pese a las presiones internacionales, en especial de los países occidentales, Peskov señaló que la aviación rusa mantendrá 'su operación de apoyo a la lucha antiterrorista de las fuerzas armadas sirias'.

El ministro británico de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, tildó los bombardeos de 'crímenes de guerra'. Rusia 'corre el riesgo de convertirse en un paria', dijo.

'Todo el este de Alepo se ha convertido en un blanco gigante', denunció el director de operaciones de MSF, Xisco Villalonga.

En otro frente, las incursiones aéreas dejaron 17 muertos, entre ellos 8 menores, en una región rebelde al este de Damasco, según OSDH.

Y cerca de la frontera con Irak, la coalición internacional antiyihadistas bombardeó unos puentes para limitar los movimientos del grupo Estado Islámico.

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