Madrid (AFP) - La utilización política de la policía española por parte de los anteriores gobiernos conservadores del Partido Popular ha emergido como un inesperado tema de campaña en las legislativas del 28 de abril, al revelarse nuevos detalles sobre las llamadas 'cloacas del Estado'.
La izquierda radical de Podemos figura como uno de los principales afectados de una estructura policial que actuó presuntamente en tiempos del ministro del Interior Jorge Fernández Díaz (2011-2016), quien integró el primer gobierno de Mariano Rajoy y niega las acusaciones.
Varios ex mandos policiales son sospechosos de haber fabricado pruebas falsas para desacreditar a la formación izquierdista en su fase de expansión en 2015 y 2016, y también a varias figuras del nacionalismo catalán.
Incluso se les acusa de espiar y robar documentos a un ex tesorero del PP, Luis Bárcenas, depositario de ingente información sobre financiación ilegal.
Ésta fue acreditada el año pasado por la justicia, y motivó la caída del gabinete de Rajoy en una exitosa moción de censura promovida por el actual presidente, el socialista Pedro Sánchez.
La deriva de esos funcionarios tiene que ver con la vieja costumbre española de remodelar la cúpula policial con cada cambio de gobierno. Una práctica que se ha prestado a nombrar a ciertos cargos 'más por su cercanía o perfil ideológico' que por criterios profesionales, señala Ramón Cosío, portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP).
La situación está siendo especialmente denunciada por Podemos, que junto a los demás partidos inicia este jueves a medianoche la campaña electoral del 28 de abril, y espera revertir los malos augurios de los sondeos.
- Informes falsos contra Podemos -
La llamada 'policía patriótica' de Jorge Fernández Díaz está acusada de alimentar la sospecha de que Podemos se financió en sus orígenes con dinero de Irán y Venezuela, país donde el líder Pablo Iglesias y varios compañeros suyos asesoraron al gobierno de Hugo Chávez.
Dichos informes falsos, retomados por numerosos medios, dieron pie a diversas denuncias archivadas todas por la justicia.
El modus operandi quedó en evidencia recientemente con una entrevista del que fuera ministro chavista de Finanzas en 2008, Rafael Isea, al canal La Sexta.
En ella, Isea detalló una reunión que mantuvo en 2016 en Nueva York con el inspector español de policía José Ángel Fuentes Gago.
Según contó, el inspector le propuso un trato: facilitarle documentos a sus parientes residentes en España, a cambio de que avalara un documento falso, luego filtrado a la prensa.
El papel recogía un supuesto pago millonario del gobierno de Chávez a una consultora política en la que trabajaron Iglesias y otros compañeros suyos, antes de fundar Podemos.
Por todo esto, Iglesias denunció una 'subversión' de la democracia y destacó que por culpa de ello 'más de la mitad de los ciudadanos llegaron a pensar que nosotros nos financiamos ilegalmente'.
El propio sucesor de Rajoy al frente del PP y candidato a presidente, Pablo Casado, admitió que con su formación hubo comportamientos 'poco ejemplares' en Interior.
Y Pedro Sánchez tuvo que salir al paso este miércoles y asegurar 'categóricamente' que esas prácticas no se han dado desde que sucedió a Rajoy al frente del gobierno el pasado junio.
- Villarejo, hombre clave -
Entre los personajes clave de la trama se encuentra el poderoso excomisario José Manuel Villarejo.
Durante años acumuló por cuenta propia grabaciones clandestinas que llegaron a poner en aprietos al rey emérito Juan Carlos I, entre muchos otros. Pero en noviembre de 2017 cayó en desgracia, al ser detenido como sospechoso de los delitos de jefatura de organización criminal, blanqueo, malversación y revelación de secretos.
Las investigaciones judiciales derivadas de esas grabaciones se cobraron esta semana una nueva pieza: Alberto Pozas, hasta ahora número dos de la oficina de comunicación de la presidencia del gobierno, y sospechoso de un delito de revelación de secretos.
El dimitido Pozas admitió ante el juez que en 2016, cuando dirigía la revista Interviú, entregó a Villarejo la información de un teléfono robado en Bruselas a una colaboradora de Iglesias, y repleto de información privada sobre él y su partido.
El perfil de Villarejo como proveedor de información a medios se ha visto reforzado con la reciente publicación del libro 'El Director', firmado por David Jiménez, al frente del diario El Mundo entre 2015 y 2016.
Jiménez lo señala como 'facilitador de la mayor parte de nuestras exclusivas', y afirmó que se le ofrecieron 'dos informes sobre Podemos', que desestimó por su aparente falta de 'seriedad'.