Moroni (Comoras) (AFP) - Un tenso cara a cara enfrentaba el miércoles a las fuerzas de seguridad con los opositores al gobierno de las Comoras, concentrados en la capital de la isla de Anyuan, tras unos mortíferos enfrentamientos que llevaron a la ONU y a la Unión Africana a lanzar un llamado a la calma.
En el resto de la ciudad de Mutsamudu, las autoridades dijeron que la 'situación volvió a la normalidad', pero algunos testigos dieron cuenta de intercambios de disparos intensos, pese a que se hubiera instaurado un toque de queda nocturno.
Expresando su preocupación por el riesgo de degradación en ese archipiélago agitado por golpes de Estado y crisis separatistas desde su independencia de Francia, en 1975, Naciones Unidas y la Unión Africana (UA) instaron a la 'calma' y al 'diálogo' en sendos comunicados.
Los altercados violentos comenzaron el lunes, cuando los manifestantes levantaron barricadas en varias calles y alrededor de Mutsamudu -una ciudad considerada como bastión de la oposición-, lo que llevó a las fuerzas de seguridad a abrir fuego.
Según el último balance del ministerio de Interior, que no pudo ser contrastado con ninguna fuente independiente, los enfrentamientos dejaron tres muertos.
Tres días después de que estallaran las revueltas violentas a raíz de la voluntad del jefe del Estado de prolongar su mandato, la situación seguía siendo particularmente tensa en la medina de la ciudad, muy poblada, según las autoridades y testigos.
Las autoridades acusan al partido Juwa, del opositor y expresidente del archipiélago Abdallah Sambi, de estar detrás de los disturbios. Pero los partidos opositores, reunidos en coalición, culparon de la situación al gobierno.
El clima político se deterioró particularmente en Comoras después desde el referéndum constitucional del pasado 30 de julio, una votación con tintes de plebiscito (92,74% para el sí) que reforzó los poderes del presidente Azali Assoumani, permitiéndole gobernar durante dos mandatos sucesivos en lugar de uno.
Otrora golpista elegido en 2016, Azali Assoumani anunció su intención de organizar unas elecciones presidenciales en 2019, lo que le permitiría poner a cero el contador electoral y gobernar en el archipiélago, si resultara elegido, hasta 2029.
Desde 2001, la presidencia la ocupa, cada cinco años, un representante de una de las tres islas del país (Gran Comora, Anyuan y Moheli). Este sistema rotatorio permitió instaurar la calma en el archipiélago del océano Índico.