Inspección revela incumplimientos ambientales en proyecto turístico en Río Hato
El Ministerio de Ambiente (MiAmbiente), de la regional de Coclé, informó que logró constatar el incumplimiento de disposiciones ambientales en un proyecto turístico en Río Hato.
La inspección se dio tras una denuncia presentada el 14 de septiembre de 2024, por un ciudadano que notificó en redes sociales la presunta liberación de aguas estancadas con olores nauseabundos al mar en el área de Río Hato, provincia de Coclé.
De la institución ambiental aseguraron que, mediante un informe técnico, “se constató que el proyecto había abierto una zanja para drenar aguas pluviales estancadas, que antes se evacuaban a través de un canal pluvial saturado de arena. No obstante, la inspección inicial no pudo determinar la existencia de descargas de aguas residuales tratadas o no tratadas durante este proceso”.
Detallaron que, “en una segunda inspección, se logró identificar varios incumplimientos. Se constató la presencia de agua anegada, producto de las fuertes lluvias, contaminada con grasa proveniente de una trampa de grasa saturada, así como lixiviados de residuos sólidos”.
“Además, se observó que el proyecto cuenta con un sistema combinado agua pluvial con la proveniente de la planta de tratamiento que, durante las lluvias y cuando sube la marea, sufre desbordes hacia el sistema pluvial, lo que agrava la situación de contaminación”, agregaron en el reporte de MiAmbiente.
Explicaron que “si bien la apertura de zanjas para drenar aguas pluviales se plantea como una solución temporal, la falta de planificación adecuada o de autorización para la gestión de aguas residuales, combinada con una infraestructura deficiente —como los cajones sin tapaderas— genera serios riesgos de contaminación. La situación descrita plantea un riesgo considerable tanto para el ambiente como para la salud pública”.
En otras visitas se identificaron problemas significativos, como la saturación de trampas de grasa y la disposición inadecuada de residuos sólidos, lo que contraviene la normativa ambiental vigente. Además, se detectaron cajones pluviales sin tapaderas que reciben la descarga de la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR), representando un riesgo tanto para trabajadores como para visitantes y posibles focos de proliferación de vectores.