Panamá refuerza vigilancia epidemiológica por brote de Fiebre Amarilla en Colombia

Ante el reciente brote de Fiebre Amarilla en Colombia, el Ministerio de Salud (Minsa) de Panamá declaró un estado de alerta y está reforzando su sistema de vigilancia epidemiológica, especialmente en las áreas fronterizas.
Aunque no se ha registrado ningún caso en el país desde 1974, las autoridades sanitarias buscan prevenir posibles contagios mediante una serie de acciones estratégicas durante la Semana de Vacunación en las Américas.
Pablo González, del Departamento de Epidemiología del Minsa, informó que los equipos de salud pública están enfocados en mantener informada a la población sin generar alarma. “Estamos trabajando en la estrategia de comunicación de riesgo para informarle a la población y no alarmarla sobre esta enfermedad, que se puede prevenir por vacuna”, explicó.
Durante esta semana de vacunación, se estarán colocando dosis contra la Fiebre Amarilla en las zonas más vulnerables del país. “Tendremos puestos de vacunación en estas zonas, donde se aplicará la vacuna contra la Fiebre Amarilla a personas desde 1 hasta los 60 años de edad. Solo se requiere de una sola aplicación, y después de los 10 días la persona queda protegida contra la enfermedad”, detalló González.
Las áreas priorizadas para la aplicación de la vacuna son Darién, Panamá Este, la comarca Emberá Wounaan y Kuna Yala. El Minsa también está coordinando acciones con la Caja de Seguro Social y hospitales privados para fortalecer la sensibilización del sistema de salud sobre la importancia de la inmunización.
El Instituto Conmemorativo Gorgas está preparado para realizar pruebas diagnósticas ante cualquier sospecha de contagio. La Fiebre Amarilla es una enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti y puede presentar síntomas como fiebre, dolor de cabeza y dolores musculares. En casos graves, la tasa de letalidad oscila entre el 42% y el 50%.
Ante este panorama, las autoridades sanitarias reiteran el llamado a la población a vacunarse y mantener medidas preventivas. “La mejor forma de protegerse contra la Fiebre Amarilla es vacunándose”, concluyó González.