Parroquia de Portobelo: Desagravio y severas medidas por incidente de 31 de diciembre
La Diócesis de Colón se pronunció ayer por el incidente en la Iglesia San Felipe de Portobelo, en vísperas de la misa del gallo, cuando un grupo de feligreses no dejó entrar al párroco a la iglesia por quejas sobre el cambio de horario en la misa.
“Hemos reflexionado sobre lo acontecido la pasada noche del 31 de diciembre, vísperas de la celebración de la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, en el tempo parroquial de San Felipe de Portobelo, por un pequeño grupo de personas, que con pancartas en mano y arengando, impidió el acceso del sacerdote para la celebración de la misa de las 8:00 de la noche”, indicaron en un comunicado firmado por Monseñor Manuel Ochogavía, obispo de Colón y Guna Yala.
“Las sanciones en la Iglesia tienen como finalidad la conversión de aquel que haya cometido un delito”, indicaron“Este pequeño grupo de personas, desde hace algún tiempo, ha creado un ambiente de confrontación con la Iglesia, argumentando que se toman decisiones en contra de la comunidad”, añadieron.
La Diócesis de Colón Kuna Yala también compartió lo siguiente:
“La Iglesia Diocesana, en la parroquia está representada por el párroco, por designación del Obispo, quien le otorga la autoridad y las funciones de enseñar, santificar y regir, con la cooperación también de otros presbíteros o diáconos, y con la ayuda de fieles laicos, conforme a la norma del derecho”.
También argumentaron que el “sacerdote párroco, por razones pastorales, organizó los horarios de las celebraciones de Navidad y Año Nuevo en Portobelo lo que comunicó ampliamente, durante las misas diarias, sin que nadie le objetara o le hiciera alguna observación al respecto”.
Amenazas
La Diócesis de Colón Kuna Yala indicó que “dada las continuas amenazas, insultos, las faltas de respeto, campañas de desinformación y mentiras, que en los últimos años ha realizado este grupo minoritario, que ha afectado grandemente el trabajo pastoral y la estabilidad de párrocos en Portobelo, así como de algunos laicos cooperantes, hacemos responsables a estas personas de cualquier situación que atente contra la seguridad”, además destacaron que “estas acciones violentas de impedir al sacerdote y fieles, el acceso al templo para las misas, acompañadas de blasfemias contra la eucaristía han profanado el Santuario de Jesús Nazareno de Portobelo, lo que nos causa un profundo dolor y vergüenza. No podemos quedarnos paralizados ante estos actos penosos”.
Consecuencias
En vista de lo antes mencionado, las siguientes acciones fueron comunicadas por la Diócesis :
“-Realizaremos un rito de desagravio del templo San Felipe de Portobelo. Hacemos pública la censura eclesiástica, por lo que permanecerá cerrado a partir de esta fecha, hasta el domingo 6 de febrero de 2022.
- Reafirmamos que el Padre Ángel Pinilla, es el párroco de la Parroquia San Felipe Neri en Portobelo y el Padre Eurípides Preciado, el Vicario parroquial.
-A pesar que el párroco como el vicario tienen la obligación de residir en la parroquia, salvo que haya justa causa, como es claro que se verifica en esta lamentable situación (cfr. canon 533), por recomendación de autoridades de seguridad y de fieles, hemos decidido trasladar la residencia de los sacerdotes a la Comunidad de Nombre de Dios.
-Las misas y la atención a los fieles se realizarán en la capilla de Nuevo Tonosí, en horario que se comunicará próximamente. A partir de este momento se deja cesantes los cargos de coordinación de pastorales y grupos de la parroquia, para reorganizar y vitalizar la vida pastoral, que nos permita fortalecer la evangelización y la comunión eclesial”.
Finalmente, manifestaron “que a pesar de estas dificultades, que se presentan como desafíos, no podemos perder la esperanza cristiana”.
Diócesis de Colón Kuna Yala denuncia vandalismo contra la parroquia
“Las estructuras de Parroquia San Felipe, si bien son propiedad de la Diócesis de Colón-Kuna Yala, en el caso del templo parroquial, como es patrimonio histórico, tiene una doble jurisdicción: la eclesiástica y la del Ministerio de Cultura. Nos preocupa, las constantes acciones de este pequeño grupo que ha querido apoderarse y violentar el templo parroquial. Como Iglesia católica, no podemos responsabilizarnos de posibles daños a los bienes y estructuras causados por estas personas”, manifestaron en la carta.
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