Un retraso cognitivo y el abandono escolar: el costo invisible de la huelga
Uno de los grandes problemas de perder clases es que se afecta la salud mental del niño y joven
Retraso a nivel académico, problemas de salud mental, dificultades en la adquisición de nuevos conocimientos y deserción escolar son afectaciones que puede sufrir un niño o un adolescente debido a las frecuentes pérdidas de clases, indican especialistas.
Verushka Jordán, directora nacional del Servicio Psicoeducativo del Meduca, mencionó que “no hay una forma de medición directa del impacto que tienen las pérdidas de clases en los estudiantes, pero definitivamente las afectaciones son infinitas, como de índole emocional, social y académico, en donde el alumno pierde oportunidades de aprendizaje que no se pueden recuperar. Hablar de una recuperación de clases es muy difícil, porque afecta el proceso de una rutina escolar”.
Jordán también destacó: “Una pérdida de clases al inicio del año escolar es un retroceso, donde el estudiante no logra alcanzar esa estructura de aprendizaje que se había establecido dentro de un plan curricular académico”.
Por su parte, la psicopedagoga de la Universidad Especializada de las Américas (Udelas), Miriam Martínez, resaltó que “el niño tiene una secuencia de aprendizaje, y estas pérdidas de clases, por la razón que sea, afectan, generando un atraso cognitivo. Estando en el hogar, pierde habilidades que había ganado y que no va a recuperar fácilmente, ya que el tiempo de desarrollo de nuevas experiencias de enseñanza es diario”.
Asimismo, Marian Mudarra, psicóloga clínica, subrayó: “Más que un simple retraso escolar, estamos hablando de un impacto en su desarrollo integral. Por eso es fundamental que se priorice el bienestar de los estudiantes en cualquier proceso de negociación o protesta”.
Expertos en temas de educación inicial temprana expresan que los niños en etapa preescolar pueden ser los más afectados, teniendo en cuenta que la edad de 4 a 5 años es clave para el aprendizaje significativo de los infantes, y muchos padres no les proponen actividades lúdicas en sus casas.
ML | Los tranques generados por los cierres de calles en las diversas manifestaciones en el país provocan estrés, ansiedad y problemas de salud a nivel físico que pueden afectar directamente al ser humano.
Expertos en la materia afirman que salir del trabajo y enfrentarse a un tranque vehicular puede convertirse en un choque emocional. “Si a esta situación se le suma un cierre de calle ocasionado por una huelga, esto puede aumentar aún más ese nivel de carga de emociones”, destacaron.
Luisa Rivera, terapeuta familiar y especialista en control de emociones, manifestó que “el ser humano debe mantener siempre la calma. Ya sea por actos fortuitos o causas mayores, se sabe que controlarse es una reacción propia del humano, pero se debe tener un equilibrio mental que no afecte”.
