Opinión

Ciudades inclusivas y saludables para todos

23 de diciembre de 2022

Como señalé en “Por una ciudad inclusiva, segura, resiliente y sostenible”, los citadinos queremos vivir en una ciudad inclusiva y saludable, segura, resiliente y sostenible y, no hay que ser un genio para concluir que nuestra principal ciudad, donde habitan más de 2 millones de personas en su área metropolitana en conjunto, dista, pero mucho de ser una ciudad inclusiva, segura y saludable para todos.

Para comenzar, aunque Panamá cuenta con varias normativas en la materia de ordenamiento territorial, en nuestra ciudad, el crecimiento urbano ha sido anárquico, y sin planificación alguna, salvo en las agendas de los empresarios que construyen y la institución que proporciona los permisos. Existe un auge desordenado de construcciones desproporcionadamente inmensas para los barrios donde están ubicándose, afectando nuestra movilidad, el aire que respiramos, provocando tranques vehiculares, inundaciones, y generando estrés y accidentes. Por otro lado, tampoco hay acceso para todas las personas a viviendas y servicios básicos adecuados, seguros y asequibles, en particular a los barrios marginales.

Con respecto a la basura, es evidente que se ha tomado la ciudad y la vemos acumulada en cualquier esquina, pues los citadinos simplemente nos deshacemos de cualquier clase de basura en las aceras, veredas, zaguanes, calles: restos de comida, latas, botellas, plásticos, colchones, televisores y refrigeradoras viejas, etc., y después esperamos que vengan los de la Autoridad de Aseo _ que alega no tener recursos _ y recojan todas las porquerías que arrojamos. Y como eso no ocurre con la frecuencia debida, sobre todo en los barrios menos favorecidos, la basura se acumula convirtiéndose en criadero de alimañas y fuente de enfermedades. Y sumemos a esta inmundicia las inundaciones al llegar las lluvias por el acúmulo de desperdicios en los cauces de nuestros ríos. Nuestros sistemas de transporte tampoco son seguros, asequibles y sostenibles para todos, lo que ocasiona una gran inseguridad vial responsable por cerca de 15 mil accidentes de transporte cada año, la mayoría de ellos por colisiones, como consecuencia del ausencia de planificación urbana, las calles en mal estado, el manejo desordenado, la falta de consideración y la no menos importante, ausencia de autoridades.

Igualmente difícil, si no imposible es el acceso universal a zonas verdes y espacios públicos seguros, inclusivos y accesibles, en particular para las mujeres y los niños, las personas de edad y las personas con discapacidad. Trate usted de llegar a un parque, tiene que salir de su oficina o de su casa, dispuesto a pasar una hora en el “tranque”, estresándose, enfermándose y sufriendo toda clase de abusos e improperios por parte de la mayoría de los conductores. ¿Cuándo fue la última vez que paseamos por cualquier parque?, ¿hay parques cerca de nuestras casas?, ¿cuánto tiempo tardamos en llegar a nuestro trabajo todos los días? ¿caminamos, lo hacemos en bicicleta, en nuestro carro, en el ineficiente sistema de transporte que padecemos? Es probable que la mayoría de los que vivimos en la ciudad de Panamá, excepción de unos pocos corregimientos privilegiados, demos respuestas desalentadoras a estas preguntas.

*El autor es médico.

** Fragmento del texto tomado en el sitio web: https://elblogdejorge prosperi.

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