Opinión

Digitalización más allá de la política

22 de agosto de 2023

El avance tecnológico es una realidad innegable que impacta a nivel mundial, y la digitalización de nuestros países se ha convertido en un factor crucial para su desarrollo. Sin embargo, es fundamental comprender la diferencia entre la visión digital como política de estado y las acciones concretas de un gobierno de turno.

La transformación digital de una nación es un proceso que requiere visión a largo plazo, coherencia y estabilidad en el tiempo. Si se vincula estrictamente a un gobierno particular, corre el riesgo de convertirse en una estrategia efímera, sujeta a los cambios de cada elección. Politizar la estrategia digital es peligroso, ya que los avances pueden verse interrumpidos, modificados o incluso desechados con cada cambio de gobierno. Esto no solo retrasa la digitalización, sino que genera desconfianza e inseguridad en la población y en las empresas que dependen de estos sistemas.

Estonia es un excelente ejemplo de cómo mantener la digitalización como política de estado. Desde los años 90, independientemente del partido en el poder, este país ha mantenido una visión unificada hacia la digitalización. La e-Estonia, como se le conoce, ha traído beneficios como una administración más eficiente, menos burocracia y servicios más accesibles para los ciudadanos. Esto solo ha sido posible gracias a que su estrategia digital se mantuvo al margen de los vaivenes políticos de corto plazo.

Por lo tanto, para asegurar una transformación digital exitosa y sostenible, es imperativo que esta se establezca como una política de estado, alejada de las contingencias de los gobiernos de turno. La visión digital de un país debe trascender la política inmediata para asegurar un progreso continuo y beneficios duraderos.

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