EDITORIAL : El país quiere tranquilidad

Los grupos que convocaron a la huelga y también a las protestas en las calles fracasaron porque el país quiere recuperar la normalidad para que la economía camine, se recuperen los empleos y los ingresos de los ciudadanos.
Los líderes visibles de la agitación se equivocaron y cuando trataron de transformar la protesta en una conspiración se ha ido imponiendo el sentido común y el imperio de la ley.
La Fuerza Pública, en particular, ha sido quirúrgica en sus operativos, utilizando de manera dosificada la fuerza no letal, a pesar de que grupos interesados de manifestantes han recurrido a la violencia con barricadas, bombas incendiarias, objetos que causan daños y amenazas a la propiedad pública y privada.
Con la Constitución y la Ley, las autoridades están obligadas a recuperar la tranquilidad. El país lo está pidiendo a gritos.