EDITORIAL : Rechazar la violencia

La violencia, en medio de las manifestaciones públicas, es inaceptable.
Lo ocurrido ayer en Arimae, Comarca Emberá, cuando un grupo de residentes retiene a la fuerza y toma por el cuello a una cabo de la brigada oriental del Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT) es sin lugar a dudas un delito que debe ser investigado.
Sin importar las razones que intenten justificar el hecho, se trata de un delito que tiene consecuencias ante la ley. Lo mismo ha ocurrido con el cierre de la pista aérea en Jaqué, Darién y el levantamiento de barricadas o el uso de armas caseras, no tienen nada que ver con el ejercicio democrático de la protesta cívica.
Los líderes de los movimientos que están en las calles y eso incluye a los caciques indígenas, tienen la obligación de llamar a la calma y a la no confrontación.