EDITORIAL : Reflexiones importantes
El país tiene que decidir cuál es el futuro que quiere. Ninguna huelga, cierre de calle o disturbios contribuye a resolver los problemas más apremiantes que tiene la sociedad. Cuando las principales fuerzas políticas y económicas conversan, tiene que ser con una agenda que no venga con imposiciones.
Panamá necesita avanzar y para ello debe terminar la incertidumbre que genera un clima social agitado, alimentado por discursos de confrontación. Estamos en un momento en el cual urgimos de sentido común, serenidad y desprendimiento. Ninguno de los problemas que tenemos se resolverá si no se toman decisiones difíciles, pero a su vez necesarias. Panamá no se puede detener. Las diferencias son comunes en la democracia, donde hay reglas claras de convivencia que se deben respetar y defender.
