Opinión

Educación por nuestra salud

06 de noviembre de 2024

Sin duda aún carecemos de una buena educación para conservar al máximo nuestra salud. Sabemos que las enfermedades mayoritariamente que nos afectan a nivel mundial tienen como sustento malos hábitos alimentarios y otros.

Muchos vienen con nuestra formación en el hogar y perpetuados en ocasiones por limitaciones monetarias para compra de alimentos que la ciencia califica de saludables.

Hay en proceso, como en otros países que cuidan la salud de sus ciudadanos, el mejorar la información de los contenidos alimentarios de productos que solemos comprar para nuestra alimentación. Es un anteproyecto legislativo que ya genera controversias. En Panamá.

Sin duda cada cambio que se haga en su rotulación implica una elevación de costos, no asumidos por el productor, sino por el comprador.

Yo agregaría también la obligación de advertencias visibles y no fácil de borrar sobre la expiración del alimento que algunas veces no distinguimos.

Debemos hacer la inmediata advertencia al comercio donde lo compramos. Pero, hay que reflexionar.

Invertir en la prevención, ya probado hasta la saciedad, se transforma en una mejor salud ciudadana.

Con ello el sistema público de atención y aseguradoras privadas disminuyen sus gastos y costos en atención a las enfermedades prevenibles.

Hay una generación que no recibió por estudios sustentados en la evidencia, estas advertencias, lo que acarrean los malos hábitos alimentarios.

Fuimos invadidos hasta ahora de comida calificada por colegas como chatarra.

Es conocido que una enfermedad como la obesidad hace más riesgoso padecer otras como las cardiovasculares, diabetes, otras metabólicas, tumores malignos etc.

Principales causas de mortalidad y morbilidad a nivel mundial.

También es conocido los millones de gastos en sus controles y lamentablemente en discapacidades prematuras y muertes tempranas.

Hoy hay un porcentaje de ciudadanos que cuidan su salud.

En otros países, se exige al paciente en los servicios públicos de atención a la enfermedad, un copago para el tratamiento de por ejemplo tumores malignos prevenibles, cuando con exactitud de auditorías objetivas se comprueba que a pesar de habérseles ofrecidos herramientas de prevención oportuna hicieron caso omiso de ellos.

Abusos de riesgo moral. Legislemos sobre eso.

-Como tengo seguro público o privado no me interesa evitar la enfermedad, que pagaran los demás, por mi irresponsabilidad-.

Entonces educar en materia alimentaria es importante. En alguna forma la elevación de costos de alimentos y bebidas no saludables contribuyen en algo a la prevención

La venta de comidas no saludables en Panamá sigue siendo exitosa, y así también la obesidad y sus consecuencias.

“Elemental, Watson”. O vivo más tiempo con calidad de vida o cargo con las consecuencias de mi conducta no responsable.

* El autor es médico.

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