El triángulo deportivo en el Fútbol base

Todos queremos ver a nuestro equipo o club favorito salir campeón en la Liga Local, también a nuestra selección del país llegar y resaltar a lo grande en Torneos, Copas o cada cuatro años en el Mundial, pero para que todo esto se logre, necesitamos seguir fortaleciendo nuestro fútbol en las primeras etapas. La formación en los primeros años, es lo que marca la diferencia. Ese fútbol –de cantera- no aparece en la televisión, ni tampoco lo escuchamos en la radio, pero su desarrollo deja huellas.Para tener buenos jugadores y equipos exitosos, necesitamos promover el triángulo deportivo en el futbol base, que es el gran “gol” cuando se está empezando en la cancha. Nos referimos a la buena relación entre los padres, jugadores y entrenadores.Los entrenadores, somos ejemplo, para desarrollar habilidades, pero también valores. En el caso de los padres, la comunicación y motivación puede ayudar a crecer al jugador, pero la presión, el control y las exigencias, puede impulsar la deserción del niño en este deporte, grave. Muchos estudios, muestran los diversos roles que pueden asumir los padres y las consecuencias al respecto: padre – entrenador, padre indiferente, padre – sobre protector (Valenzuela, 2002).Cuando hablamos de formación deportiva, tenemos que tomar en cuenta que trabajamos con personas, por lo que la comunicación debe ser eficiente y el entorno debe ser seguro y confiable, en un contexto formativo. Los jugadores en las primeras etapas – no son adultos - deben aprender, pero también divertirse. No hay que olvidar nunca que el jugador sale de la práctica (Di Stéfano). Recordemos cada vez que saquemos la pelota que un equipo es el fruto de las relaciones del conjunto de personalidades humanas que interactúan entre sí.
* El autor es entrenador y economista.