Entre lo folclórico y lo ofensivo
Eruta el volcán político desatando el serpentario electoral. Habrá expresiones de tintes folclóricos u ofensivas. La actividad proselitista será peor que el retumbar de tambores de una orquesta de borrachos..
Rancios de espíritu y frustrados, consideran la política “una porquería” sin embargo otros alegan es una forma para servir a la nación.
Antes del golpe de Estado del 11 de octubre de 1968, los diputados se elegían por provincia. Cambió en 1972 con la Asamblea Nacional de Representantes de Corregimientos entidad que desplazados políticos decían era “una asamblea de 505 buchís”. El sistema se modificó y ahora es por circuitos electorales.
En la campaña política de los años sesenta, asistentes a concentraciones recibían emparedados de mayonesa compuesta y cervezas con el nombre del español que alega “descubrió” el Mar del Sur.
El menú cambió. Actualmente si participantes en concentraciones no reciben, por lo menos, pollo Kentuky, el candidato podría perder simpatías y votos. Moraleja: el pueblo piensa con el estómago.
Toda contienda trae fogosos disparos verbales que intentan desacreditar al adversario. Las puyas también se dan entre copartidarios. Se recuerda a un candidato presidencial que cuando le propusieron un vicepresidente para su nómina expresó:” es un puerco que no da manteca”. A otro copartidario lo calificó de “pícaro” y al referirse a un “analista político”, lo consideró un “pino en pote” .(Cuando un pino se siembra en pote no crece mucho)
Durante la campaña electoral de 1960, Ricardo Manuel Arias Espinosa - candidato presidencial de la Coalición Patriótica Nacional) tenía el triunfo asegurado frente al candidato liberal Roberto Francisco Chiari Remón y sus aspiraciones se desmoronaron cuando, pocos antes de las elecciones, un periódico publicó que “Dicky Arias” nació en Estados Unidos, por lo tanto, era “gringo”.
Nos arrastramos hacia las elecciones del 2024, esperanzados que aquellos que triunfen no sean “ puercos que no dan manteca”.
* El autor es periodista.
