La desconexión humana, un tema que preocupa

En un mundo hiperconectado, parece irónico que las relaciones humanas estén cada vez más fragmentadas. La tecnología, diseñada para acercarnos, ha creado una brecha emocional que afecta la manera en que nos relacionamos. Hoy, las conversaciones cara a cara son interrumpidas constantemente por notificaciones, y los momentos más simples en familia o entre amigos son capturados para ser compartidos en redes sociales, pero no disfrutados plenamente. La inmediatez que ofrecen las plataformas digitales nos ha condicionado a buscar respuestas rápidas y gratificaciones instantáneas, dejando de lado la paciencia y profundidad que requiere una verdadera conexión humana. Este fenómeno no solo afecta las relaciones personales, sino también la salud mental, fomentando ansiedad, estrés y una constante necesidad de validación en línea. Si bien la tecnología ofrece grandes beneficios, es esencial aprender a equilibrarla. Apagar el teléfono, escuchar sin distracciones y disfrutar el presente no debería ser algo extraordinario, sino una práctica diaria. Recuperar el hábito de estar realmente presentes es vital para las relaciones entre la humanidad. La verdadera conexión no necesita Wi-Fi, solo atención plena y el deseo de valorar a quienes nos rodean cada día. * Periodista.