La fe mueve montañas

No recuerdo donde escuché la frase....”la fe mueve montañas”.... Pero la popularizó el escritor francés Émile Zola, conocido como el padre y mayor representante del naturalismo. Pero también se encuentra en un versículo mateo 17:20 NTV “Les digo la verdad, si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: Muévete de aquí hasta allá, y la montaña se movería”. Nada imposible con fe.
La fe es más que creer; es una completa confianza en Dios, acompañada de acción. Es más que desear; Es más que simplemente sentarnos en una iglesia o un santuario y asentir con la cabeza, y decir que estamos de acuerdo.
El 21 de octubre de cada año miles de peregrinos de todas partes del mundo se dan cita en la ciudad de Panamá para iniciar las “mandas” y peregrinaje hacia la pequeña localidad de Portobello, ubicada en la costa caribeña de la República, en la que se encuentra una estatua de un Cristo con tez negra, llamado cariñosamente el Naza.
Previo a esta fecha vemos a los a peregrinos con sus atuendos color morado con blanco iniciar la marcha a pie, con un bordón de apoyo para cubrir la distancia desde la costa pacífica en la ciudad de Panamá, hasta la costa del Caribe a la ciudadela de Portobello a unos 96 km. (2 horas 25 minutos en auto), para llegar a tiempo a la procesión que se da cada 21 de octubre en las calles del poblado, se peregrina al ritmo de lado a lado con 3 pasos para atrás y 4 para adelante, según el ritmo de la música que se le interpreta al Cristo Negro.
La historia del Cristo Negro data de hace unos 400 años, cuando en 1,658, llegó al puerto de Portobello.
La bahía de Portobello fue descubierta por Cristóbal Colón en su cuarto viaje, el 2 de noviembre de 1502. Este lugar atrajo la atención de Colón por su ambiente natural y la inigualable belleza y seguridad que ofrecía a los navíos. Por esta razón, dice la bautizó con el nombre de «Porto Bello».
La leyenda del Cristo Negro señala que una vez conocido por los españoles la presencia del Santo, decidieron llevarlo hacia otro país del continente, pero cada vez que el barco intentaba zarpar llegaba una tormenta que impedía su salida del puerto, hasta que decidieron bajarlo a tierra y las tormentas cesaron y los buques pudieron zarpar hacia el sur.
Otra historia del Cristo Negro milagroso, según documentos de la organización de Estados Iberoamericanos (OEI) reseñan que simultáneo a la llegada del Cristo Negro a Portobello, se desató una terrible epidemia de viruela, que diezmó fuertemente la población y motivó que todos los ciudadanos del pueblo le imploraran de rodillas a la imagen que los protegiera de este mal. Milagrosamente, la epidemia cesó al día siguiente, y desde ese día todos los 21 de octubre se realiza una multitudinaria procesión en Portobello. A partir de ese momento, la escultura ha quedado en la historia y en la vida del panameño.
Otra señala que la imagen del cristo fue tallada por negros Bozales en la selva circundante y allí le adoraban en secreto, hasta que un 21 de octubre de 1739 estalló una epidemia que diezmaba la población y se tomó la decisión de sacar al cristo negó en procesión y pedirle el milagro de erradicar la enfermedad...así nació la leyenda...
Miles de devotos del Cristo Negro recorren kilómetros de rodillas como penitencia o cargando en su espalda a algún familiar que haya sido beneficiado con un “milagro” del Nazareno en señal de gratitud, otros colocan cera de velas en su dorso como ofrendadas al santo o recibiendo azotes en todo su cuerpo, como muestra de devoción y fe, desde 1776, sin interrupciones, se han realizado cada 21 de octubre la romería al Cristo. La Fe mueve montañas.
*El autor es periodista.