La IA en Medicina: aliada, nunca sustituta
En los últimos dos años, la Inteligencia Artificial (IA) generativa pasó de ser un experimento curioso para convertirse en una presencia cotidiana.
Responde dudas médicas, interpreta imágenes, resume estudios y hasta propone diagnósticos. Pero la pregunta clave para cualquier ciudadano sigue siendo la misma: ¿podemos confiar en ella cuando se trata de nuestra salud?
La respuesta exige matices. La IA generativa es brillante para explicar, ordenar información, aclarar dudas, ayudarnos a entender estudios médicos y guiarnos en conversaciones difíciles con nuestros médicos. También es útil para tareas administrativas, preparar preguntas para una consulta, traducir indicaciones o ayudar a organizar historiales.
Pero hay límites innegociables. La IA no examina, no ausculta, no interpreta síntomas en contexto humano y, sobre todo, puede equivocarse con enorme convicción. En medicina, esos errores no son anécdotas, pueden costar tiempo valioso, tratamientos adecuados o tranquilidad emocional. Por eso, la regla de oro es simple, úsela como apoyo, nunca como reemplazo del criterio médico. Verifique siempre con un profesional, evite diagnósticos automáticos y no comparta información sensible sin necesidad. La IA puede ser una gran aliada. Pero el protagonista de su salud sigue siendo usted, guiado por su médico. La tecnología acompaña, no decide.
* Consultor en Transformación Digital.