Las consecuencias

Durante las jornadas de protestas en Panamá, que duraron más de 30 días, en las primeras semanas distintos grupos se tomaron las calles e incluso infiltrados aprovecharon para vandalizar todo lo que querían, sin control y sin mediar las consecuencias.
Fueron varios días que noche tras noche dañaban e incendiaban vehículos de instituciones del gobierno, locales comerciales y demás, sin medir las consecuencias de sus actos.
Sin embargo, hoy día varios de los identificados en actos vandálicos están siendo llevados a juicio. Esto está bien porque una cosa era la protesta o concentración pacífica, y otra ese tipo de actos que dañaban la protesta cívica.
Ya ha varios se la imputado cargo por daños agravados en medio de protestas. Hay que tener límites y saber hasta dónde llegan los derechos de cada quien.