Opinión

Lectura orante

01 de agosto de 2019

Lectio divina, a lo que se le pide en el momento señalado Dios te responde y te atiende. Así salgas a buscar pan y trabajo y no encuentres. Camino por Santa Paula, una urbanización del este caraqueño, unas matronas rezando el Rosario en la acera. Que imagen tan ejemplarizante.

La revalorización de la oración, Jehová oirá cuando yo a él clamare, orar es hablar con Dios.

Conocí esa oración tan poderosa en Panamá un Semeion es cada señal de Jesús que Juan registra bajo la inspiración del Espíritu Santo. Un milagro de Juan Pablo II sacar el rosario y la Biblia de los monasterios a las parroquias.

Entregarse al Señor en la espera de una segura manifestación de su misericordia. Entonces llegué a mi destino en busca de más explicaciones, a si lo sobrenatural liberaría a Panamá o Venezuela.

Y del ¿por qué la oración es un privilegio emocionante? Simplemente porque se escuchaba desde la acera de enfrente el ave María. Leían la Biblia, por cada misterio.

La expresión Lectio Divina procede del latín y significa: “lectura de Dios”, “lectura divina”, una práctica usada por los monjes, pero que poco a poco se va difundiendo entre muchos cristianos: la lectura orante de la Biblia.

Se trata de una manera de profundizar en la escritura, no tanto desde el estudio sino desde la oración, para llegar a un encuentro personal “de tu a tu” con Dios. Así de preciso, explica Fray Nelson.

Los latinoamericanos debemos estar en este momento de tú a tú con Cristo debemos participar de esta lucha espiritual que nos concierne a todos. Debe triunfar el bien, y en este sentido acercarnos un poco más a las Diócesis, para hacer de nuestro destino la reconversión nacional.

Tomar las decisiones correctas, no mentirle al pueblo, no condicionarlo todo, y mucho menos juzgarlo.

Esta ha sido una transición muy larga para nuestros reinos o países, pero como para Dios no hay imposibles.

El rosario, la lectura orante de la Biblia y todo cuanto nos conduzca por caminos de bien, de paz, de prosperidad y de alegría, nos hará libres. De eso se trata, hacer de nuestro día a día la lectura orante.

Comencemos de cero leyendo el Deuteronomio quizás encontremos ahí las respuesta a las flaquezas de nuestra clase política o incluso al desabastecimiento del pan y al desorden de nuestra tierra.

Ricardo Corro Paolini
[email protected]*El autor es abogado.

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