Pareciera que entramos en el camino de la razón


Recuerdo siempre una frase que mi papá utilizaba a menudo para referirse a Panamá. Él decía que en Panamá había nacido Dios, pero que lo que no había podido descifrar era en que lugar exacto había sido. Lo explicaba diciendo que Panamá puede pasar cualquier tipo de crisis, como la que hemos pasado a través de nuestra historia, y siempre nos recuperamos en corto plazo.
Para nadie es un secreto la crisis económica que estamos viviendo en estos momentos. Hemos tenido varios años que la desestabilización política, social y económica nos están hundiendo en un gran agujero. Solamente recordemos los cierres de calle producto de la aprobación del contrato minero, que llevaron al cese de operaciones de la mina, cuyas consecuencias nacionales e internacionales son incalculables. Las manifestaciones de SUNTRACS y los maestros aplicando el mismo procedimiento de cierres de calle, paros y perjudicando a nuestros jóvenes estudiantes de escuelas oficiales que perdieron todos esos días de clases, siendo la población estudiantil más vulnerable. De la misma manera, no se puede pasar por alto lo ocurrido en la provincia de Bocas del Toro en Changuinola, que los paros y cierres llevaron a la empresa Chiquita Panamá a comunicarle a la ciudadanía y al gobierno su cierre y su decisión de retirarse o salir del país, liquidando a todos sus empleados y colaboradores. Todo esto gracias a la intransigencia de los líderes sindicales que pensaron que no habría consecuencias.
Ahora bien, hemos empezado a ver luz con la posición de nuestro mandatario, José Raúl Mulino, que aunque a algunos no les guste su estilo, ha hecho lo que ningún otro presidente había logrado, ponerle el cascabel al gato y que toda persona, gremio o quien sea o lo que sea que perjudique a Panamá, tiene que hacerse responsable de sus actos, o sea, tendrán que asumir las consecuencias.
Como primer paso para reactivar la economía decidió ir a Brasil a conversar con la empresa Chiquita Panamá para que la misma volviera a abrir en Bocas del Toro. Lo importante no solamente es que se llegó a un acuerdo para su regreso, sino que también se logra que Brasil firme el Tratado de Neutralidad del Canal de Panamá, cosa que por los malos momentos que hemos pasado en los últimos meses por la posición del gobierno norteamericano, nos es de gran apoyo.
La pregunta es ¿Cuál es el segundo paso?, pues lo veo con meridiana claridad, que no es más que empezar la negociación de la apertura de la mina, para que podamos recuperar la cantidad de empleos perdidos y de una vez se empiece a ver a Panamá como un país donde se respeta la seguridad jurídica y vale la pena invertir.
Por todo esto iniciamos con el título “Pareciera que entramos en el camino de la razón”; ya que estoy seguro que el gobierno no se dejará llevar por las posturas egoístas e irracionales que nos tiene en semejante túnel sin luz.