Periodismo por siempre
Hace un par de años leí la obra de los periodistas argentinos Bernárdez y Di Vito “El fin del periodismo: historia de un oficio perdido”.
Ellos son-desde mi perspectiva- nostálgicos, cuando hacen referencia en sus notas, a las viejas redacciones de tecleo de máquinas de escribir, bullicio de reporteros y fotógrafos, además de las amenazas de cierre de planas del director y jefe de taller.
Toda esa algarabía contribuía a crear un ambiente que daba un toque de inquietud , como la olla de presión que anuncia, con su agudo ruido, que está a punto de estallar.
En esa apreciación Bernárdez y Di Vito son duros cuando sentencian que: “el periodista se volvió descartable”, sobre todo en el mundo de hoy digo, cuando el presente es un mundo de internet, redes, influencers, imágenes y política.
En este re-juego de mercadeo y manipulación, debemos reconocer que, desde hace algún tiempo, el periodismo entró en un carril de incertidumbre y de crisis en donde los profesionales y medios tradicionales deben reinventarse para lograr mejores días para la profesión, guiados por eso que llamamos: conciencia y responsabilidad.
El fraccionamiento del público destinatario es hoy disímil en donde la variedad de gustos supera la oferta que puedan brindar los grandes medios.
Esa dispersión ha sido capitalizada por los “influencers”, quienes se montan, muchas veces, en temas vacuos y superficiales, procurando cultivar la telaraña de usuarios. Esas grandes audiencias han ido resquebrajándose creando un solipsismo en red o pequeñas redes de usuarios cada una con gustos similares.
La vieja escuela de la grabadora, la pluma y la retentiva pertenece al pasado, es el decir de algunos; no obstante creo, con la sensatez que me permiten mis largos años en la docencia y el periodismo, que la profesión es de siempre, de todas las épocas, y que tal vez la diferencia radica en los instrumentos, la tecnología y las implicaciones que ello conlleva.
Desde Herodoto hasta nuestros días el periodista, cronista, redactor, reportero, editorialista, corresponsal, fotógrafo, caricaturista, han sido elementos vitales en el traslado del acontecimiento a la sociedad, de manera que siempre habrá periodistas con vocación y consagración.
En una de sus intervenciones de su programa, la periodista Aristegui de la cadena de televisión CNN, infiere lo siguiente: “señalar periodismo para qué, equivaldría preguntarse, respirar para qué.
Saludos a los periodistas en su día. Unidad ante todo. Respeto al profesionalismo.
* Periodista y docente.
