Por el simple hecho de ser mujer

El cambio de roles de las mujeres en el mundo ha llevado a que se enfrenten a nuevos retos. Hace algunas décadas los obstáculos giraban en torno a los quehaceres del hogar, unos años después en compaginar la vida hogareña y el trabajo.
Hoy las mujeres se enfrentan a ellas y entre ellas. Ha ser mejor cada día, a demostrarse que puede alcanzar nuevos peldaños en su vida profesional, a ser “buenas madres”, a ser aceptadas e admiradas por los demás.
Las metas son impuestas por mujeres para mujeres, mucha veces de forma implacable. Hoy más que ayer me preguntó: para ser parte de este grupo debes ser una súper mujer, debes ir más allá, ser la que más pide o exige, debes ser lo que los demás esperan de ti. O puedes llevar tu vida como te parece.
Creo que debemos dejar de juzgar, de estandarizar, de pedir a los demás lo que queremos de ella. Si alguien quiere ser ama de casa, le dicen mantenida; si alguien no quiere tener hijos y solo dedicarse a su carrera, frustrada; en fin, no se queda bien nunca.
Y muchas veces somos las ligeras y crueles para juzgar. Mujeres hoy celebramos su día, por el simple hecho de ser… no importa si eres la primera o la última. El hecho de ser y existir es suficiente. Sé lo que más amas, sin cumplir la expectativas de los demás.
El resto dejemos de insultar, poner barreras, crear estándares de éxitos, de juzgar por lo que hacemos o decimos. Simplemente disfrutemos lo que somos, lo que queremos y el viaje que es la vida.
No somos monedita de oro, solo somos mujeres cada una diferentes, cada una auténtica, cada una tratando de ser feliz. * La autora es periodista.
Yalena Ortíz
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