Qué tanto las redes pueden alterar nuestra realidad

Las redes sociales son como un espejo, pero no uno cualquiera: son como esos espejos de feria que alargan, encogen o en algunos casos distorsionan la realidad. En ellos las personas moldean su comportamiento y actitudes, a veces sin darse cuenta, intentando encajar en un marco que cambia constantemente.
Un “me gusta” se convierte en la moneda de validación y los usuarios en actores de un escenario donde las emociones reales quedan fuera de escena. Lo que compartimos no siempre somos nosotros, sino una versión editada y aprobada por estándares invisibles de la red. Para quienes consumen mucho el mundo digital, la comparación se vuelve inevitable.
Las redes transforman la autoestima, las prioridades y hasta los valores, reemplazando el “yo soy” por el “¿cómo me veo?”. No obstante, no todo es vacío. Estas plataformas también pueden dar ayuda: permiten conexiones y aprendizajes.
El desafío está en no dejarse manipular, ni dejar que estos sitios web se conviertan en la única referencia de identidad. Mirar hacia dentro de nosotros y ver una realidad sin filtros, es el acto más humano.
* La autora es periodista.