Tejemeneje del 20 de noviembre de 2023
Ahora resulta que ellos deciden cuándo los panameños se pueden mover por las calles. Anunciar que permitirán desde las 4:00 PM de hoy, la circulación al Rommel Fernández muestra la gravedad de la situación.
El abogado Ernesto Cedeño dijo en un vídeo que el cierre de la mina de cobre no es de un día para otro. Explicó que cuando el fallo de la Corte se conozca, habrá un proceso que toma su tiempo.
Grave declaración la que hizo un “dirigente” Ngäbe Buglé sobre derramamiento de sangre y un golpe de Estado y de otro que dijo, en burla, que ellos tenían 500 años sin luz y sin gas para justificar cierres.
Lo que está ocurriendo en Panamá ya se repitió en Colombia, Ecuador y Chile. Muchos cierres de calles prolongados, discursos antisistema, ataques a los medios, periodistas y a la empresa privada.
Para mantener cierres de calles por un mes se necesitan logística y dinero. ¿De dónde sale esa plata? ¿Acaso no comen, compran ropa, pagan luz, agua, o no tienen gastos para sus familias e hijos?
En medio de las actuales protestas hay una sensación de parálisis. Los ministros son prudentes y no aparecen, hay poca información oficial y acceso a fuentes oficiales. Los únicos que hablan son Ducruet, Mezquita y Roger. ¿Y el resto?
Los que tienen cerrada la Transístmica y se atrincheran en la Universidad de Panamá son una minoría. Lo hacen porque son las propias autoridades universitarias que se lo permiten.
En Chiriquí hay unos cuantos aprovechándose de la necesidad de gas licuado y combustible. Los venden hasta cuatro veces su valor. Pedir $25 por un tanque de gas pequeño es un robo a mano armada. Acodeco, auxilio, por favor.
De los que cierran calles, ¿cuántos siguen cobrando su salario mensual, reciben un subsidio del Estado o nunca han trabajado? Así cualquiera se mantiene semanas y semanas en la calle.