¿Tiempo es igual a calidad?
Recorriendo almacenes en los últimos días de la temporada navideña, me sorprendió ver como las decoraciones y los juguetes eran reemplazados por uniformes y útiles escolares.
Tal panorámica me hizo recordar aquel tiempo cuando las vacaciones duraban casi cuatro meses y para el tercer mes apenas empezaban a verse los comerciales escolares, marcando así los días finales del receso lectivo. Hoy en día el periodo escolar se extiende por más de nueve (9) meses y se ve sacudido ocasionalmente por problemas en los planteles, una que otra paralización y su mayor adversario, la existencia de los móviles y las redes sociales, que resultan ser mucho más atractivas y atrapantes que los planes de estudio basados en un modelo creado ya hace más de medio siglo.
Más tiempo en las aulas no ha sido igual a calidad, sobre todo si la atención de los estudiantes no está en las materias, que intentan preparar a los futuros trabajadores para un mundo laboral que existe y evoluciona a gran distancia del modelo educativo, casi como las lanzas y cuchillos de piedra de los autos eléctricos y los satélites.
* El autor es diseñador audiovisual.