Triángulo de oro blanco


Desde inicio del comercio, que se basaba en el trueque, en el que intercambiaba una cosa por otra, luego pasó por la sal como moneda, otras sociedades primitivas utilizaban conchas o perlas como dineros, hasta a la acuñación metálica y el de papel proveniente de China, se le ha ido dando valores a elementos como el oro, la plata, el petróleo, el gas natural hasta llegar al llamado “oro blanco”, el litio.
El litio es un metal alcalino dúctil y ligero que existe en la naturaleza, principalmente en los salares, humedales cubiertos de una costra salina y que en su interior guardan salmueras en los que están disueltas muchas sales y elementos, entre ellos litio. Que mezclado con otros compuestos se utiliza en la fabricación de baterías, celulares, cerámica, vidrio y lubricantes.
Es un insumo hasta ahora insustituible para la producción de las baterías, tecnología clave para la descarbonización del transporte y el almacenamiento de energía generada a partir de fuentes renovables. El uso más importante del litio es en baterías recargables para teléfonos móviles, portátiles, cámaras digitales y vehículos eléctricos, por ello se ha convertido en uno de los minerales más codiciados en el planeta.
Recientemente, Bolivia atravesó horas de incertidumbre en medio de un levantamiento de los militares que se presumió que era un golpe de Estado al actual presidente, Luís Arce.
Los militares se acuartelaron y coparon la plaza que rodea el Palacio Quemado, para luego ingresar acompañado de efectivos. Pero no pasó a mayores, pero resulta que Bolivia Junto a Chile y Argentina, conforman el llamado “triángulo del litio”, el mayor depósito global de este material.
Este año, Bolivia se alió con China y Rusia para iniciar la explotación a escala industrial de su litio que prevé una inversión de 450 millones de dólares por parte de la estatal rusa Uranium One Group. El eje Asia-Pacífico (China, Japón y Corea) concentra la mayor parte de la demanda mundial de este mineral.
Se espera que las exportaciones de litio alcancen el próximo año, los 5.000 millones de dólares, por encima de las ventas de gas, hasta hace poco su principal recurso, pero cuya industria atraviesa una profunda crisis por falta de inversiones en exploración.
El litio fue calificado como el “oro blanco” del siglo XXI porque las células de energía están en el centro de la transición energética, podrá sentar las bases de una sociedad posfósil radicalmente nueva. Se salvará el planeta ante el embate del cambio climático empujado por la contaminación, especialmente de los hidrocarburos fósiles.
* Periodista.