Opinión

Un cambio de vida sorpresivo

Víctor De La Hoz

28 de mayo de 2025

El mundo da vuelta solo queda esperar el tiempo que Dios te regala.

Don Alberto es un hombre 45 años de edad de tez canela con una educación hasta nivel secundario, enamorado de su esposa Margarita. Criaron con mucho esfuerzo en medio de un hogar humilde 4 hijos 2 varones y 2 mujeres. Este hombre que vive con su familia en cuarto alquilado, en el sector de Monte Oscuro ciudad capital Corregimiento de Pueblo Nuevo, sueña en que algún día, su vida cambie, y contar un mejor futuro para su familia.

Los hijos en la etapa de la adolescencia todos estudian en colegios públicos nivel secundario con buenas calificaciones.

Don Alberto labora como asistente de mercadeo en una empresa reconocida, tiene un salario que le permite cubrir sus obligaciones primarias del hogar.

Su esposa Margarita, una mujer de tez blanca con un físico y cuerpo de modelo, con 39 años de edad, administra una fonda de comida criolla que está ubicada en el sector.

Ambos luchan hombro a hombro para salir adelante y cumplir sus sueños.

Una mañana en que el sol literalmente pelea con las nubes, Alberto camina, hacia la parada de bus para luego trasladarse en el metro a su trabajo.

Esa mañana de forma sorpresiva es interceptado por un hombre vendedor de Loto y Chances de la Lotería. El solo tenía en su bolsillo 30 dólares para sus gastos diarios entre pasaje y almuerzo.

Ese viernes uno de sus hijos cumplía años y su fecha es el 27 de marzo 2019 y jugaba el sorteo del Gordito. Bueno Alberto medita invertir ese dinero, pero con la esperanza de salir a flote, compra 10 fracciones de billetes con el número 1927, y no chisteo palabras con el billetero y se marchó a tomar el autobús.

Para sorpresa su esposa Margarita, también compró lotería. Y como cosas del destino, ‘zas’, juega los 4 número y entre ambos ganaron más 80 mil balboas.

Llegaron a la casa y se sentaron junto a sus hijos a debatir en que invertían ese dinero. Lo primero que pensaron es abonar una casa para salir de esa área. También establecer un negocio que deje dividendos. Pero como cosas de magia la noticia corrió como pólvora.

Al día siguiente el hogar de Alberto y Margarita fueron llegando los manzanillos y aduladores. Familiares con botellas de licor y cervezas para brindar. Y se formó la parranda.

Pero nada de esto haría cambiar sus proyectos. Ayudaron a sus familiares más cercanos.

* Periodista.

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