Asesinato de B-King en México sacude a la industria musical latinoamericana

La muerte violenta del músico colombiano B-King (Bayron Sánchez Salazar) en el municipio de Cocotitlán, Estado de México, ha encendido las alarmas en la industria musical latinoamericana, revelando los riesgos que enfrentan los artistas independientes en contextos marcados por el crimen organizado y la falta de protección transnacional.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro condenó el crimen y pidió a la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum que intervenga directamente. La Cancillería colombiana, por su parte, activó canales diplomáticos, mientras organizaciones culturales exigen una respuesta regional que articule seguridad, cultura y derechos humanos.
B-King, artista urbano con creciente proyección internacional, fue hallado sin vida junto a otros dos jóvenes el 17 de septiembre, con signos de tortura y un mensaje atribuido al grupo criminal La Familia Michoacana. El artista había viajado a México para grabar contenido musical y promocional, según allegados.
El caso expone la fragilidad de los músicos que, sin respaldo institucional sólido, se desplazan por la región para grabar, promocionar o colaborar.
“Muchos artistas viajan con sueños, pero sin garantías de seguridad”, expresó DJ Marcela Reyes, quien denunció amenazas previas y pidió ayuda para localizar a otros colegas desaparecidos.
Productores, sellos independientes y colectivos artísticos han solicitado la creación de protocolos binacionales de protección para músicos en movilidad, especialmente en zonas de alto riesgo. La ausencia de mecanismos consulares ágiles y de redes de apoyo locales deja a los artistas expuestos a dinámicas criminales que trascienden fronteras.
B-King contaba con miles de oyentes mensuales en plataformas digitales y colaboraciones con artistas reconocidos. Su asesinato no solo representa una pérdida creativa, sino también un golpe simbólico a la escena urbana colombiana, que lucha por consolidarse en mercados internacionales sin replicar modelos de violencia.