¡En Panamá ocurren cosas buenas!
Desde antes de la llegada de los conquistadores españoles, Panamá albergaba diversos grupos étnicos que, mediante interacciones, iniciaron un proceso de desarrollo. Esa dinámica se sigue repitiendo hoy, aunque con culturas fusionadas y otras nuevas que han traído sus saberes de afuera para formar un país próspero en muchos aspectos.
Eso es lo que la Congregación Kol Shearith Israel ha querido remarcar con “Mosaico: Panamá, País de Oportunidades”, el conversatorio que en su quinta edición contó con los destacados panameños Gabrielle Britton, Jorge Arosemena, Michael Chen, Mirei Endara de Heras, Tomás Mendizábal y Patricia Vlieg, quienes reflexionaron sobre cómo la multiculturalidad ha hecho de este un gran país.
Gustavo Kraselnik, rabino de la congregación, comentó sobre este encuentro que: “Nos parece muy importante reconocer que convivimos de manera pacífica distintos grupos religiosos, étnicos, culturales, etc. A veces, inmersos en lo cotidiano, nos olvidamos de lo que representa Panamá para cada uno de nosotros”.
Para Kraselnik, es necesario acentuar lo positivo, como lo es la coexistencia armoniosa que en otras partes del mundo no se ve. “Vivimos una celebración de las diversidades que somos y otro valor destacado es la nobleza del panameño”.
Por su parte, Arosemena, actual presidente ejecutivo de la Fundación Ciudad del Saber, ponderó los resultados de aquellas uniones en el ámbito de la tecnología y la educación.
Afirmó que: “Aquí están pasando muchas cosas buenas y la ciencia va avanzando, la prueba está en que somos sede en este momento del Congreso de Investigación e Innovación en Sostenibilidad (SRI). Estamos en un buen momento, pero hay que consolidarlo y ampliarlo”.
Se confesó un optimista de la juventud, pues esta tiene una gran conciencia medioambiental y social que está cambiando, poco a poco, los escenarios.
ml | Kol Shearith Israel, fundada en 1876, es la congregación judía más antigua de Panamá y es parte del Congreso Judío Panameño que agrupa además al Colegio Isaac Rabin, la Hermandad Femenina KSI, el Movimiento Juvenil Noar y la Logia B ́nai B ́rith, Carlos Zelenka.
Los panameños, en esa mezcolanza de culturas que somos, hemos aprendido quizás mejor que muchos otros a vivir en paz, sin grandes conflictos, aunque los hay. Panamá siempre ha sido muy diverso.
Panamá realmente es un mosaico; estamos vinculados con nuestra historia, nuestras riquezas naturales y biológicas. Hacia el futuro tenemos un país de oportunidades donde todos somos parte importante.
