AFP | Luiz Inácio Lula da Silva, el expresidente más popular de la historia reciente de Brasil, fue condenado ayer a 9 años y medio de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero por el juez Sergio Moro, en uno de los cinco procesos judiciales que enfrenta.
La condena, que podrá recurrir en libertad, es un duro golpe contra el ícono de la izquierda latinoamericana, de 71 años, que niega todas las acusaciones y denuncia una "persecución" para evitar que se presente a las elecciones presidenciales de 2018. Si la condena es ratificada en segunda instancia, Lula no podrá postularse en esos comicios. Moro consideró que Lula fue beneficiario de un tríplex en el balneario de Guarujá (Sao Paulo) ofrecido por la constructora OAS a cambio de su influencia para obtener contratos en Petrobras. Estas son las cinco acciones penales abiertas contra el expresidente.
Moro acusó a Lula de haber recibido el tríplex cuando aún era presidente y también de ser el destinatario de un soborno de 1,1 millones de dólares) de OAS.
Leo Pinheiro, expresidente de OAS, dijo a la Justicia que el apartamento fue reservado -y luego lujosamente reformado- para Lula y su esposa Marisa Leticia (fallecida en febrero), tras el fin del mandato.
Pero el expresidente negó las acusaciones en su declaración ante el juez el pasado 10 de mayo. "Nunca solicité y nunca recibí ese apartamento", afirmó. Otro caso en manos de Moro. Investiga si la constructora Odebrecht ofreció 12 millones de reales para comprar un terreno en Sao Paulo donde sería erigido el Instituto Lula -que divulga su legado político-, como parte de un acuerdo para distribuir sobornos recibidos por el PT.
La transferencia finalmente se frustró, pero según la fiscalía prueba que el PT tenía "una cuenta corriente informal de la corrupción" con Odebrecht y que el delito consumado está configurado por la simple propuesta y la aceptación del soborno.
El instituto niega cualquier irregularidad. La denuncia sostiene que Odebrecht también habría pagado un apartamento contiguo al que habita Lula en Sao Paulo y que una tercera persona se lo alquiló a su esposa como maquillaje. En el proceso es acusado de lavado de dinero.