Cultura

Las mujeres que amaron a Obregón viven en sus lienzos

07 de diciembre de 2020

Notistarz |   Alejandro Obregón se ganó la vida en París pintando rostros de la gente que murió en la Segunda Guerra Mundial, hizo una gran amistad con Picasso, y las mujeres que amaron al maestro, todas viven en sus lienzos. 

Estas son historias recreadas por el escritor Gustavo Tatis en la obra Alejandro Obregón, delirio de luz y sombra.
Alejandro Obregón, delirio de luz y sombra, recién publicada por Editorial Crítica del Grupo Planeta, es una obra de 368 páginas, que el escritor, poeta y pintor Gustavo Tatis, empezó a gestar en junio de 2019, cuando entró al taller del maestro en la calle la Factoría en la ciudad de Cartagena.

Para el escritor colombiano Dasso Saldívar, "esta biografía alucinada que ha escrito Tatis Guerra sobre Alejandro Obregón tiene la fluidez del cronista consagrado, la felicidad de un poeta de altura y el colorido intenso y variado con que el también pintor Tatis Guerra ha sabido ver la compleja y rica vida de uno de nuestros más grandes maestros de la pintura".

El significado
La obra abarca los “orígenes de Obregón, hasta el final de su vida. La reconstrucción de sus últimos días, el momento en que fallece, la obra que estaba pintando días antes de su muerte y toda la situación de salud es reconstruida en el libro”. El texto reconstruye “paso a paso la vida de Obregón en Cartagena, Barranquilla, París, Bogotá”. 

Gustavo Tatis contó a la agencia Notistarz, algunas de las historias poco conocidas que el lector encontrará cuando se sumerja en esta biografía del pintor que nace en Barcelona, España, el 4 de junio de 1920 y dos años más tarde su familia se traslada a Cartagena y luego a Barranquilla, en donde se compenetra a fondo con la cultura Caribe, con Colombia.

Sus pinturas
Obregón visitaba casa por casa en la población francesa Alba-la-Romaine y ofrecía pintar lápidas.  El trabajo del montaje del retrato del muerto en el cementerio del pueblo, lo hacía con un albañil español. “Vivió un tiempo haciendo ese trabajo”.

La cercanía de Obregón a Picasso y el movimiento purista y surrealista, es otro de los aspectos que trata el escrito en su obra y recuerda que cuando el maestro llegó a París, lo recibió el pintor Francis-Marie Martínez Picabia.

Picabia “le ofrece su taller y su apartamento para que él pinte allí mientras compraba su casa en el sur de Francia y es cuando se casa con Sonia Osorio. Ese taller, todavía le pertenece a Obregón”.

Otro hecho importante que destaca Gustavo Tatis, es la experiencia de Obregón como diplomático y su incidencia en medio de la Segunda Guerra Mundial.  Durante la Guerra Civil española (1936-1939), Obregón le otorgaba visa “a mucha gente perseguida de España, sobre todo, a judíos que estaban siendo perseguidos por los Nazis”.

 

Por: Edelmiro Franco V
 

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