Médicos innovan con el pulmón artificial

Tras la pandemia del Covid-19, en donde casi un 5% de los casos padecen de daño pulmonar severo que no mejora con las medidas médicas tradicionales de ventilación mecánica o de altos flujos de ventilación como sedación profunda, han podido mejorar gracias a una innovadora herramienta.
Se trata de la técnica de soporte vital, oxigenación por membrana extracorpórea (OMEC), conocida como ECMO por sus siglas en inglés (ExtraCorporeal Membrane Oxygenation), entre las más utilizadas.
Este proceso extracorpóreo busca proporcionar por un tiempo soporte cardíaco y respiratorio a pacientes que se encuentran en estado crítico y, cuyos pulmones y corazón están gravemente dañados y no pueden desarrollar su función normal.
De esta manera, se busca oxigenar la sangre del paciente fuera del cuerpo, funcionando como una especie de pulmón artificial que sustituya la actividad del órgano de forma temporal.
El mecanismo trabaja de la siguiente manera: se colocan unas cánulas grandes en venas yugulares y/femorales, puede ser al lado de la cama del paciente y se extrae la sangre con pobre oxígeno a través de estas cánulas, que por la acción de una bomba centrifuga (que actúa de motor) conduce la sangre de la paciente desoxigenada a una membrana de gran superficie que permite oxigenar la sangre.
De esta forma, se produce el intercambio de gases que los pulmones del paciente no pueden desarrollar normalmente (la sangre se enriquece de oxígeno y se elimina CO2) y se devuelve la sangre al paciente gracias a otra cánula.