¿Pornografía en redes sociales?
Fotos y videos sexuales de personajes panameños han escandalizado a los usuarios de redes sociales como Twitter
Los videos y fotos sexuales de personajes de la farándula panameña se han hecho virales en redes sociales como Twitter, donde la línea entre la privacidad y lo público parece hacerse cada vez más delgada para algunos, como el sociólogo Gilberto Toro.
Solo la última sesión explícita entre los influencers Miah Catalina y Alex Varela (Alex Dimension) generó polémica en dicha red social.
“El sistema ha facilitado que el exponerse sexualmente hablando, desde el erotismo hasta la pornografía, rinda dividendos a través de los usuarios. Es decir, es un tipo de emprendimiento moderno en el que no importa lo que presentes en línea, sino cuánta gente lo ve, lo rehúsa y le da like”, explicó.
Tal fenómeno, producto de la vorágine tecnológica, agregó Toro, está haciendo que figuras del espectáculo abandonen sus campos iniciales para incursionar en plataformas de contenido para adultos.
Factor psicológico
Aunque volverse una figura erótica y hasta fetichista puede representar ganancias económicas, también acarrea tanto consecuencias cognitivas como conductuales, de acuerdo a la psicóloga Eileen Cano.
“La intimidad es definida para ellos en este caso como algo que no debe ser tabú, sin embargo, estas acciones conllevan a la distorsión y conflictos con su baja autoestima, ya que al no conseguir seguidores o clientes que no consuman su material, pueden surgir pensamientos de menos valía y trastornos alimenticios para poder encajar en los estándares”.
Los asiduos a estos contenidos tampoco se libran de sus efectos en la salud mental y emocional, pues, según Cano, producen adicción.
“Distorsionan su realidad y esto, de alguna manera, les produce placer con la segregación de químicos en el cerebro, lo cual provoca en ciertos casos adicción. Tal situación afecta totalmente sus vidas ya sea personal o sexual”.
Para algunos no es clara la categoría en la que entran las publicaciones de coito o de insinuaciones sensuales, pero la también psicóloga Rodesella Aragundi, de Fundación Relaciones Sanas, fue concisa: “El material, ya sea imágenes o demás en las que solo se ve la parte sexual, es pornografía”.
Como la palabra lo dice, “influencer”, pueden influenciar a jóvenes para que sigan sus pasos, lo que representa un peligro, pues fotos y videos de tipo sexual pueden caer en manos de personas que podrían hacerles daño físico o emocional.
Esa apertura privado-pública, que llega con la tecnología y redes sociales, permite que el exponerse sexualmente hablando represente dividendos, o sea es un emprendimiento en el que no importa lo que presentes, sino cuánta gente lo ve.
