Registran caso de bebé murciélago vampiro adoptado por la mejor amiga de su madre

Durante un estudio con murciélagos vampiros cautivos en el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) en Panamá, una cría de murciélago vampiro juvenil fue adoptada por una hembra no relacionada después de la muerte de su madre.
“La adopción se llevó a cabo después de un hecho muy triste, pero en última instancia fortuito”, comentó Imran Razik, entonces becario a corto plazo en STRI y estudiante de doctorado en la Universidad Estatal de Ohio.
“Después de que la madre murió y la otra hembra intervino para adoptar al bebé, nos dimos cuenta de que habíamos registrado toda la historia social de estas dos hembras adultas que se conocieron por primera vez en cautiverio", agregó.
En el metraje capturado por el laboratorio de Gerry Carter, investigador asociado de STRI en la Universidad Estatal de Ohio, se observó que los murciélagos que inicialmente no se conocían, comenzaron a formar nuevos lazos sociales, los cuales se definen mejor mediante interacciones de aseo y distribución de alimentos.
Para sobrevivir, los murciélagos vampiros deben comer con frecuencia, generalmente todas las noches. Si un murciélago no puede encontrar alimento, puede recibir sangre regurgitada de un compañero social cercano.
Cuando la madre murciélago, Lilith, murió inesperadamente y su cría de 19 días fue adoptada por otra hembra, llamada BD, el equipo de investigación continuó con sus observaciones.
“Poco antes de que Lilith muriera, noté que la cría ocasionalmente se subía a BD, y supongo que esto pudo haber iniciado una cascada de mecanismos neuroendocrinos que hicieron que BD empezara a lactar”, comentó Razik. BD no estaba embarazada y no tenía una cría propia, pero se descubrió que estaba lactando el día que murió Lilith.
Al termino del experimento, no solo resultó que BD y Lilith habían sido principales compañeras de acicalamiento, sino que BD también era la principal donante de alimentos de Lilith. Sin embargo, Lilith no pareció compartir alimento con BD. Además, los datos confirmaron la impresión inicial de Razik: BD ayudó a la cría en más ocasiones que cualquier otra hembra.
“Otro descubrimiento intrigante fue que BD y otro murciélago, llamado BSCS, que habían estado en cautiverio antes, eran los dos murciélagos que más acicalaban a la cría”, comentó Razik. "Ahora nos preguntamos si de alguna manera la experiencia de estar en cautiverio motiva a los individuos a invertir en otros murciélagos en más ocasiones o a adoptar crías huérfanas con una necesidad crítica"..
Este trabajo fue publicado en Royal Society Open Science.