Rusia revive un festival de la época soviética para competir con Eurovisión

Con cantantes de 23 países, purpurina y una retransmisión internacional, Rusia relanza este sábado el festival de Intervisión, un concurso musical creado en la época soviética presentado como un rival de Eurovisión y de sus valores occidentales “decadentes”.
En el escenario del Live.Arena, cerca de Moscú, actuarán a partir de las 17H30 GMT artistas de países aliados (Bielorrusia, Uzbekistán, Kazajistán), socios de los BRICS (Brasil, India, Sudáfrica, Egipto, Emiratos Árabes Unidos...), pero también Vassy (Vasiliki Karagiorgos), cantante y compositora australiana de música electrónica y pop que representará a Estados Unidos.
Para promocionar esta velada, la televisión estatal rusa ofrecerá incluso la retransmisión de un video en una pantalla gigante... en Times Square, en el corazón de Nueva York.
Intervisión fue concebido originalmente como un festival para la Unión Soviética y sus Estados satélites, pero regresa como una herramienta de poder blando con un fuerte contenido antioccidental, en un momento en que Rusia, expulsada de Eurovisión por su ofensiva contra Ucrania en 2022, busca nuevas alianzas culturales y políticas.
Organizado por primera vez en 1965 en Praga, el concurso se suspendió tras el levantamiento antisoviético en Checoslovaquia tres años después.
Luego se reanudó en Polonia en 1977 pero dejó de existir en 1993, dos años después de la caída de la URSS.
“Valores tradicionales”
La resucitada Intervisión es ahora más que nunca un medio para promover los intereses geopolíticos y el poder blando cultural de Rusia.
Los organizadores prometen una “auténtica fiesta de la música”, pero también de la “identidad nacional”, retomando así el discurso oficial ruso que critica los valores de Occidente, responsable de las sanciones contra Moscú por su ofensiva en Ucrania.
Ningún país de la Unión Europea enviará participantes a Intervisión.
“Relanzar Intervisión es contrarrestar el entretenimiento de Occidente y retomar el hilo de un concurso típico de la Guerra Fría”, afirma a AFP el francés Cyrille Bret, especialista en geopolítica.
El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, no dijo otra cosa al presentar Intervision esta semana a la prensa.
Ironizando sobre la victoria en Eurovisión en 2014 de la drag queen austriaca Conchita Wurst, Lavrov declaró que no cuestionaba “el derecho de los espectadores de Eurovisión a votar por un hombre con barba, vestido como una mujer”.
“Y si Eurovisión hace feliz a la gente, no prohibimos a nadie verlo en nuestro país”, agregó.
Vladimir Putin ha convertido a Rusia en abanderada de los “valores tradicionales”, frente a lo que considera la “decadencia” moral de las potencias occidentales debido a su tolerancia hacia las personas LGBT+.
Como muestra de la represión de las minorías sexuales en Rusia, el Tribunal Supremo del país prohibió a finales de 2023 el “movimiento internacional LGBT” por “extremismo”, una formulación imprecisa que da pie a duras penas de cárcel.
“4.334 millones de personas”
El sábado por la noche cerca de Moscú, cada artista, como la cantante catarí Dana Al Meer o la malgache Denise, cantará en su lengua materna, “a diferencia de Eurovisión, donde la mayoría de las canciones suelen interpretarse en inglés”, subrayan los organizadores.
El ruso Shaman, figura emblemática de los conciertos patrióticos organizados por el gobierno, presentará una canción lírica titulada “Derecho al corazón”.
El espectáculo se retransmitirá en directo o en diferido en cada país participante, según su huso horario, precisó Konstantin Ernst, director general de la cadena de televisión pública rusa Pervy Kanal, principal organizadora de Intervisión.
Para Cyrille Bret, Rusia busca, desde su expulsión de Eurovisión, “plataformas y canales de proyección”.
“Resucitar Intervisión, muy popular en su época, contribuye a la reorientación de la influencia rusa del oeste hacia el este, Eurasia y el sur global”, explica.
Los países participantes representan “4.334 millones de personas, es decir, más de la mitad de los habitantes del planeta”, se congratuló en rueda de prensa Serguéi Kirienko, alto cargo de la administración rusa, que preside el consejo de supervisión del concurso.
El ganador de Intervisión será designado por un jurado internacional, a diferencia de Eurovisión, donde los votos del jurado se suman a los de los telespectadores que votan por mensaje.